"Reencuentro familiar"
Un hombre joven se encontraba sentado en el suelo de un callejón. Restos de botellas de alcohol y colillas lo rodeaban, a simple vista se veía lo mal que iba, aunque una sonrisa bobalicona adornaba su rostro.
Como pudo se levanto y se pudo ver mejor como iba vestido. Pantalones estrechos negros, botas negras y una camisa negra abierta.
De la chaqueta sacó un paquete de tabaco, aunque cuando lo abrió en vez de eso se apreciaban algunos canutos* ya liados. Cojió uno, lo encendió y camino sin rumbo fuera de ese callejón, siempre mirando que no hubiera policías cerca, estaría borracho y emporrado pero era consciente que lo que hacía era ilegal, por tanto siempre tenía que estar alerta.
Así estuvo un rato, hasta que llegó al frente de un escaparate donde se podían ver las noticias.
Le dió una última calada al porro y soltó una leve risa irónica al ver lo que anunciava la prensa.
El viejo Reggie había muerto. JA. No podía ser cierto, mala hierba nunca muere, o eso pensaba él.Miró la hora y suspiró, tal vez habría algún bus a la academia, tenia que comprobar si era cierto. Si lo era, se encontraría allí a sus hermanos. Incluído su querido Klaus, estaba ansioso por ese momento, hacia tiempo que no lo veía, aunque de vez en cuando se cruzaban en alguna fiesta y acababan haciéndolo en qualquier baño cercano.
Sonrió por el recuerdo y se encaminó como pudo a la parada más cercana, revisando que tuviera dinero en los bolsillos.
☂️☂️☂️☂️
Dió un suspiro al estar en frente de la mansión y sin más entró. La sala estaba vacía así que directamente subió las escaleras rumbo al despacho de su padre.
Abrió despacio la puerta escuchando pequeños ruidos y maldiciones privinientes de una voz bastante conocida.
Al entrar vio a Klaus buscando por todas partes algo de valor - supuso- y no estaba teniendo mucha suerte.
Con una sonrisa se apoyó en una pared cercana y esperó a que se diera cuenta de su presencia.Mientras, él se dedico a observarlo fijamente. Desde su delgada figura a la manera de andar que tenía. Se fijó en su cara de perfil, su labios, ojos, mandíbula... hasta que se fue girando lentamente hacia su dirección parando todo lo que estaba haciendo para dirijirse hacia él con una sonrisa seductora.
— ¿Cuanto llevas ahí parado?– se despego de la pared y fué hacia su hermanito. Quien lo miraba intensamente.
—Unos minutos, ¿buscas algo en especial Klaus?– Dijo correspondiendo a su sonrisa y cojiendole de la cintura para a haercarlo a él.
— Nada en especial, solo algo que poder vender, ya sabes – Klaus fijó su vista en su torso sin poder evitarlo, estaban muy cerca. Desde que eran adolescentes habían tenido esa especie de tensión sexual. No podían evitarlo, se atraían demasiado.
— No te he visto muy seguido en fiestas, ¿en que andas metido ahora? Ya te echaba de menos – Sonriendo Ocho le acarició sutilmente la cintura, donde todavía tenía sus manos. Klaus sonrió nuevamente y le acarició los labios, estaba deseoso por probarlos nuevamente.
— Me metieron en rehabilitación en contra de mi voluntad – Dijo con gracia –Lo bueno es que acabo de salir. Vi en las noticias lo de papá y pensé que no podía ser, tenía que verlo por mi mismo – Rió y se separaron un poco para volver a buscar algo de valor y meterlo debajo de la ropa.
— Estoy aquí por lo mismo, no podia creer que el viejo ya no estuviera dando por culo –soltaron una carcajada y miraron detrás del escritorio de su padre. Justo en ese momento entró su hermana Allison, pensaban que si estaban quietos y callados ella no se daría cuanta pero ese plan se fue al traste cuando su hermana les vio allí escondidos.
— ¿Klaus? ¿Ocho? – les miro con extrañeza – ¿que hacéis ahí?
Los dos salieron de ahí.
— ¡Allison! La leche, ¡Eres tú!... Eh venga un abrazo – Los tres se abrazaron unos segundos
— Cuanto tiempo, estas estupenda –dijo Ocho con una sonrisa para distraerla
— Demasiado, quería pedirte un autógrafo, para mi colección – dijo Klaus sonriente haciendo un gesto con sus brazos. Alison se fijo en su muñeca.
— ¿Acabas de salir de rehabilitación?
—No, no, yo ya he dejado toda esa mierda –dijo alejándose de ella y Ocho aguantó la carcajada por tal mentira.
— Hemos venido a asegurarnos de que el viejo estaba muerto – dijo Ocho con gracia y Klaus asintió
— Y así és, ¿Sabes como hemos llegado a la conclusión de que está muerto? – Su semblante cambió por uno mosqueado – ¡Porque si estuviera vivo ninguno de nosotros podría haber puesto un solo pie en esta habitación! Se pasó aqui toda nuestra infancia planeando su siguiente tortura – dijo Klaus sentándose en la silla y poniendo sus pies en la mesa
— ¿Recuerdas como nos miraba?– Agregó Ocho perdiendo la gracia – Siempre con el ceño fruncido.
—Suerte que no era nuestro padre biológico para no heredar esos ojos llenos de frialdad... ¡y muerte, AH! –dijo Klaus haciendo una mueca y con voz aguda.
Ante eso Allison y Ocho rieron sin poder evitarlo.
—Levántate de su sillón –una voz a espaldas de Ocho le hizo saltar levemente del susto.
— La ostia Luther que susto me has dado tío – Dijo Ocho reconociendo la voz y se giró quedando sorprendido.
— ¡Oh madre mía Luther! – Exclamó Klaus – Te has... Puesto muy cachas estos años – hizo como si tuviera musculo sacando una carcajada a Ocho.
— ¿No has perdido el tiempo eh? – Este último se acerco a él para tocarle el brazo
— Klaus, Ocho... – dijo con advertencia y le dió un manotazo al segundo haciendo que mostrara una mueca por el dolor
— Tranquilizate tío – dijo con fastidio Ocho
— De paso ahórrate el sermón, ya nos vamos. Os dejamos hablar tranquilos – dijo Klaus caminando a la puerta y su hermano le siguió rezando para que no se diera cuenta de lo que habían cojido.
— Deja eso. – Exclamó Luther. Mierda.
—¿Disculpa? – Klaus se giró
—Déjalo, ya.
— Ahs – lo soltó con dramatismo al suelo – solo era un adelanto de nuestra herencia. ¡Nada más!
Ocho hizo un puchero desde fuera asomando la cabeza
—Tampoco era para que te pusieras en ese plan – finjió tristeza para luego reír.
Klaus salió junto a él y se miraron cómplices.
Klaus sacó un libro y él un par de joyas y un cáliz aparentemente de oro.
— Ahh , como si fuéramos tan estúpidos – dijo Ocho. Rieron y Ocho se lo dio todo a Klaus. – Toma y vendelo, pero comparte después eh
—Tranquilo, así será – le regaló una sonrisa y con confianza le dio un beso en los labios para luego irse felizmente dejando a Ocho sorprendido.
—Vaya tío... – Sonrió para si mismo
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* Canuto: sinónimo de porro.
Soy Español así que no se como se llamará en vuestro país en caso de que no seáis de España xdCreo que el próximo capítulo será narrado por Ocho, aunque no se ¿que os parece?
Pd: ¿Os está gustando de momento?
Se despide, Lucas.
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Breaking the habit [Klaus Hargreeves]
Fanfiction"Solo en este estado puedo dejar de pensar, se ve todo diferente. No hay dolor, no hay traumas, no hay poderes. Así que deja de decirme lo que está bien o lo que está mal. ¡Ya lo se! " Klaus hargreeves x personaje masculino