IV

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Los días pasan y no veo señales de ti. Sé que en cuarenta y ocho horas me dan de alta. En mi chaqueta quedan algunas monedas para ir a una florería y comprarte una rosa.

Ya sabes cual rosa es la que me gusta más. Porque es la que se diferencia del resto.

Me siento extraño,  siento que me hace falta algo, quiero verte, besarte, y amarte, hasta cansarme de decirte lo mucho que te amo.

Se acerca la enfermera y me dice tu nombre. Yo le dije que eres mi novia. Pues ella tontamente me aviso que estabas en coma, supuestamente, en dos pasillos más doblando hacía la derecha, por si te quiera ir a ver.

Me dio tanta risa. Incluso le dije que su papel en el hospital no era hacer bromas, si no que atender a los enfermos. Ella me explico todo un procedimiento que se tuvo que hacer contigo y que si quiera ella misma me llevaba a tú habitación

Quería moverme un poco llevar casi tres semanas en cama no es muy grato. Me contaba que tenía que tener cuidado, y no ser tan obstinado, bla, bla, bla.

Es fácil decirlo cuando dicen que el amor de tu vida está en coma.

Dentro a esa habitación y te veo en esa maldita cama llena de tubos y de heridas. ¿Qué mierda paso?, porque estas así, porque yo estoy así.

No logro recordar nada, golpeo y golpeo mi cabeza para saber que paso. La enfermera llamo a los guardias para que me llevaran a la camilla que estaba fuera de donde estas y me amarraron.

No lo puedo creer, que hice. Como no estuve ahí, como no te protegí. Que está pasando ¡Que rayos está pasando!

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2014 ⏰

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