III

25 4 0
                                    

Le explique a la enfermera que tenía que pasar por ti para irnos a la universidad. Ella me decía que con un pie quebrado en casi mil fragmentos sería muy difícil poder salir caminando hasta tu casa.

Me contaba que yo había estado en un accidente de tránsito, y que a pesar de eso no me lleve la peor parte. Pues si yo no me “lleve la peor parte” quiere decir que hay otra persona, y ese si se la llevo. Creí que quizás maneje en estado de alcohol y atropelle a alguien. O que quizás sin querer golpee a algún muchacho indefenso, muchas ideas con tan pocas respuestas.

Cuando entró el médico me comenzó a hacer una serie de preguntas. Pero la que más me llamo la atención fue si conocía a Joan Collins, le explique que eras mi novia y que ese día después del mal entendido saliste gritando como loca y cruzaste la calle , que vi una luz y de ahí no recuerdo absolutamente nada.

Explico que tenía una paciente llamada así; y que coincidía con la descripción que le estaba dando. Estaba muy mal porque la habían atropellado. Más bien estaba: en estado vegetal.

Yo no creía nada de eso. Era para mí una broma cruel, una broma muy cruel. Me quería levantar luego para ir a verte y saber cómo estabas. Pero el me seguía insistiendo de que estabas en el otro pabellón, yo sabía que era mentira, como ibas a estar ahí, que tontera. Debes haber estado en tu casa acostaba leyendo como si nada hubiese pasado.

Lo que me extrañaba de todo esto, era que no venias a visitarme. A pesar de lo que sucedió, podrías asegurarte de que si estaba muerto , si había podido sobrevivir o por último recurso si podía respirar.

Quizás se borre con el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora