Dos personas.
Una amistad.
Una promesa.
"Un juntas por siempre".
Un lazo invisible que las unía.Eran las "mejores amigas".
Eran inseparables.
La una para la otra.
Eran totalmente diferentes.Una morena, y la otra blanca.
Cabello castaño, y cabello rubio.
Ojos claros, y ojos oscuros.
Una bajita, y otra alta.
Tan diferentes, pero tan iguales.Se conocían a la perfección.
Tan solo con mirarse a los ojos, ya sabían como se sentían.
-"¿Siempre juntas?"-le dijo una a la otra.
-Siempre juntas.- le respondió la amiga.Todo fue avanzando muy bien, hasta que una de ellas cometió el grave error de fallarle a la otra.
Hubo pelea, hubo gritos, hubo confusión, hubo desconfianza, hubo problemas y hubo un perdón.
Después de todo ellas se perdonaron, porque se prometieron que iban la estar la una a la otra.Pasaron los meses.
A la amiga aún así le seguía doliendo la traición de la otra chica.
Ella no quería ser rencorista,pero cada vez que veía a la amiga no paraba de pensar en lo que le hizo.
Así que ella también la traicionó.
Con todo el dolor del alma, la traicionó.
Lo hizo con todo el dolor, rencor y rabia que podía existir en ella.Otra vez hubo una discusión, pelea, problemas y más problemas, ofensas, traición, dolor y lo que más les dolió fue que hubo una separación.
Dolor...
Ese dolor de no tener al lado la persona con la que has vivido muchas cosas.
Ese dolor de recordar cada momento feliz que paso con ella.
Las bromas, los inventos, las locuras, las aventuras, las risas, los llantos. Todo eso se perdió.Traición.
Dolor.
Rabia.
Furia.
Decepción.
Separación.
Recuerdos rotos.
Lágrimas.Ellas ya no eran una sola, ahora son dos simples desconocidas.
Dos desconocidas que se conocían a la perfección.Pero nada es para siempre.