Egotistic ❦ Kookmin

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Jeon Jeongguk

Un joven que desde muy temprana edad logró enamorar al mundo con su voz, atrapando en cuestión de segundos a cualquiera que lo llegase a escuchar, gracias a su melodía tan angelical a la hora de cantar.

Fueron años de entrenamiento antes de poner un pie sobre su carrera como cantante que lo dejaría con una gran cantidad de fanáticos. Comenzó siendo reconocido en su país para después expandirse por todo el mundo, al poco tiempo ya estaba rompiendo récords superando a artistas legendarios, su popularidad fue creciendo con cada discografía y a su temprana edad disfrutaba de grandes cantidades de dinero en su poder.

Sus conciertos eran la prueba del gran amor por su talento, capaz de llenar los auditorios y agotar las entradas en cuestión de segundos. Sus fans recorrían cielo, tierra y mar simplemente para disfrutar de su espectáculo. Pedían sus canciones en las radios y las televisoras no perdían el tiempo en promocionar sus videos musicales, incluso los medios lo consideraban como uno de los solistas más exitosos después de décadas.

No había duda que era amado y deseado.

Pero también odiado y aborrecido por muchos.

Tenía sus haters como cualquier otro idol, quienes le otorgaban la importancia suficiente como para hacerle la vida imposible.

Se convertían en la causa de todos sus problemas en las redes sociales, lo involucraban en rumores y malentendidos para causar todo tipo de polémicas y dar una imagen negativa de él. Su único objetivo era difundir odio y agresión hacia el joven cantante.

Buscaban el momento perfecto para demostrarle al mundo, que el verdadero Jeon no era más que un ser frívolo incapaz de sentir empatía por los demás, arrogante con sus mayores, maleducado y orgulloso, pero sobre todo, un gilipollas.

Existían un millón de rumores más acerca de su personalidad, inventos de su pasado, invadían su privacidad para acecharlo y ni si quiera su orientación sexual se salvaba de ser criticada.

Pero solo se convertían en eso. Rumores.

Algunos... quizá ciertos.

—¡Suficiente Jeon!—el grito resonó por todo el lugar —¡Es la segunda vez en este mes!

—Hyung, no es para tanto—el castaño se encogió de hombros—lo olvidarán, siempre lo hacen.

—Si, lo harán, pero no puedes seguir de esta manera.—lo encaro—no puedes andar de un lado a otro y escabullirte con quien se te de la gana.

—Jin, basta—advirtió con voz tosca, cabreado.

—No, soy tu Manager y debes escucharme.—trato de tranquilizarse soltando un fuerte suspiro—Por lo menos se inteligente Jeon, y trata de ser discreto si no quieres que cosas como estas arruinen tu reputación.

El mayor arrojó sobre la mesa una revista, donde se encontraba el azabache en primera plana saliendo de un bar junto a una chica.

El título dejaba mucho de que hablar.

Jeongguk. ¿Un amorío más? ó ¿Un capricho más?

El castaño observó la página con recelo, era notorio que la manera en la que estaba escrito el texto no era para dirigirse a él de una manera amistosa. No pasaron ni cinco segundos cuando Jeon volteó la revista antes de aventarla en un lugar fuera de su alcance. Todo lo escrito en el papel era pura mierda.

—Ni siquiera le puse un dedo encima—bufó—que ella y los demás malinterpreten mis acciones no es mi problema.

—Aquí el problema eres tú—admitió, ganándose una mirada de furia por parte del otro.