•Día tres: Mascotas•

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Era difícil explicar el por qué Bakugo se encontraba siguiendo a un chico el cual se encontraba paseando a su perro.

El rubio cenizo llevaba tiempo siguiendo a un extraño chico pelirrojo cada vez que este salía a pasear a su mascota. Ni él mismo se explicaba el por qué seguía a aquel chico, lo único que tenía en mente era que realmente era atractivo.

Ahora mismo se encontraba detrás de un arbusto viendo como aquél lindo chico jugaba con su pequeño cachorro el cual mordía una pelota la cual al ser moridida sacaba un extraño sonidito chillón.

Le era difícil hablar con él, Bakugo no era muy bueno con las palabras y simplemente prefirió seguir a ese chico. Pensándolo mejor, se estaba comportando como un completo psicópata siguiendo a un chico el cual no conocía.

Otro día de acoso terminó. Aquél dicho de cabellos rojos se levantó de su asiento para luego tomar a su mascota entre manos mientras le mimaba. Una escena realmente tierna.

Bakugo estaba tan metido en sus pensamientos sobre el pelirrojo que no notó que este mismo le veía con extrañeza.

--Uhm... ¿Hola? -Dijo desconcertado, realmente era extraño, ¿le estaba espiando?.-

--¿Qué? -Fue lo único que logró decir al salir de sus pensamientos. Su cara estaba completamente roja al notar que aquél chico le estaba mirando con el ceño fruncido. Realmente estaba avergonzado.

--¿Me has estado espiando? -Bajó a su cachorro y lo tomó de la correa sin quitar su expresión desconcierto.

--¿Quién? ¿Yo? Oh, no no no, solamente estaba buscando la pelota de mi mascota, la lancé muy lejos y creo que terminó por aquí... -Realmente se felicitaba por esa gran excusa, para él era algo creíble. -

La expresión del contrario cambió a una pequeña sonrisa y asintió empezando a caminar junto a su pequeño perro el cual seguía tiernamente los pasos de su dueño.

--Te deseo suerte para encontrar la pelota, extraño chico. -Soltó una ligera risita y empezó a correr para dirigirse a su hogar seguido por un feliz perrito que corría junto al pelirrojo. -

-💫-

Era un nuevo día y el rubio se encontraba fuera de su hogar para tomar un poco de aire fresco. Realmente era un día muy lindo para salir al parque o a pasear por la ciudad. Pero el antes mencionado prefería estar en la comodidad de su hogar.

Un ya conocido pelirrojo le miraba atentamente, al parecer eran vecinos. Kirishima con una linda sonrisa se dirigió hacia el rubio cenizo el cual se encontraba observando la pantalla de su móvil.

--¡Hola! ¿Me recuerdas? Ayer nos vimos en el parque.

El de cabellos rubios se sobresaltó dejando caer su móvil al suelo por la sorpresa.

--¡Me has asustado, estúpido! -Gritó con enojo y recogió su móvil para luego revisar sí algo se había dañado.

El pelirrojo quedó desconcertado por aquél trato, los vecinos le habían dicho que aquí vivía un chico con un carácter feo, ahora veía que era real.

--Lo siento ¿bien? Pero no por eso tenías que ofenderme, chico raro. --Y con eso empezó a caminar a su hogar con una clara expresión de enojo. -

Por suerte el móvil del rubio no había sufrido cosas mayores que un par de raspones. Levantó su cabeza y dirigió la mirada a la persona que ahora se encontraba alejándose de su propiedad. Se quiso dar un golpe por lo estúpido que fue. Ahora de verdad no podría hablar con aquél chico el cual ahora de veía bastante enojado.

--¡E-Espera! -Siguió al chico rápidamente para luego tomarle de la muñeca sin lastimarle. -Lo siento, es solamente que me asusté y... No sé... Reaccioné así... ¿Podriás perdonarme?... -

El pelirrojo le vió con cierto desconcierto pero terminó por asentir.

--Está bien... También fue mi culpa... No debí haber llegado de esa forma... ¡Iniciemos desde cero! --Sonrió alegremente mientras se soltaba amablemente del agarre del rubio-- Soy Kirishima Eijiro, un gusto. -

--Lindo nombre... Yo soy Katsuki Bakugo - Sonrió levemente correspondiendo a la dulce sonrisa del contrario.

Aquellos dos chicos se convirtieron en grandes amigos. Bakugo le contó que en varias ocasiones le acosaba y Kirishima en varias ocasiones tenía ganas de correr lejos del rubio. Pero con el paso del tiempo se hicieron inseparables.

Todo gracias a un pequeño perro que todos los días deseaba salir a pasear.








🌎;;Día tres: Mascotas/Montañismo/Fresas

Maru 💫.

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