Cecil

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-No quiero ir-dije rechistando.

-Vas a ir y punto. Ya hemos hablado de esto-dijo mi madre con voz firme sin despegar la vista de la carretera.

-Ya, pero esque de verdad no quiero. Va a ser muy aburrido-hice énfasis en el "muy".

-Va a haber gente del colegio. Así conocerás a gente y harás amigos. Además, también son nuevos en el colegio. Están pasando lo mismo que tú. Te entienden.-su voz sonaba más comprensiva y relajada.

-¡NO! ¡No me entienden! ¡No saben nada! ¡NADA de lo que he pasado!- las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos sin compasión.

Era duro. Sobretodo para un niña de 7 años. Lo que no sabia era que estaba a punto de conocer a unas de las personas mas importantes de mi vida. No iban a ser constantes en ella y ni siquiera volvería a verlas hasta varios años después. Pero teníamos el mismo propósito.


*************************************casi 10 años después*************************************


La alarma de mi móvil sonó, desde la cama aun medio dormida moví el brazo torpemente hacia la mesilla de mi derecha y apagué la alarma. Me incorporé y me froté los ojos mientras bostezaba, cogí mi móvil y la hora marcaba las 6:00 a.m. ¡ARG! un lunes, eso significa: libros, profesores malhumorados, aburrimiento y falsas sonrisas. 

Me levanté y me dirigí al baño donde me lavé los dientes, me peiné y me maquillé. Como siempre hacía antes de ir al instituto me miré al espejo y puse una sonrisa falsa que mantendría durante todo el día.

No era la reina del instituto, pero si era bastante popular, era conocida por ser muy amable y sonriente, la típica chica alegre y fresca con un buen vestuario y bastante mona. Conozco a gente que mataría por ser así y tener si quiera la mitad de atención que me prestan (aunque tampoco es tanta) pero sinceramente yo odio esto, es todo un show de mierda, tengo muchos problemas sobre todo psicológicamente. Lo único que hago es ser falsa y aparentar que estoy bien y que todo es perfecto cuando la realidad ni se acerca. La mayoría de gente pensaría  que al ser popular tengo a casi todos los chicos a mis pies, en realidad si, pero nunca le he "hecho", bueno en teoría si pero de eso no me gusta hablar,aunque es en lo que mas pienso y lo que mas intento evitar. Lo siento si no quiero hablar de ello pero esque no puedo, ni siquiera hablo de ello con mi psicólogo lo voy a hablar con desconocidos. Pero tranquilos lo acabareis sabiendo, al fin y al cabo esa es la razón de mis acciones.

Sonó el claxon desde la calle sacándome de mis pensamientos. Rápidamente me di cuenta de que ese claxon provenía de un Toyota blanco que era propiedad de mi mejor amiga Cristhie la cual me lleva todas la mañanas al instituto. Rápidamente bajé corriendo las escaleras, entré en la cocina me comí media tostada de un bocado y le di un beso a mi madre y luego a mi padre, y salí corriendo por la puerta de casa. Al salir vi a Cristhie en el asiento del conductor mirándose el maquillaje en el espejo retrovisor. Paró justamente al verme y me enseño su mejor sonrisa. Empezaba el show. Abran telones.

-Hola guapa!- dijo Cristhie muy alegre. No se como lo conseguía siendo lunes, pero a ser verdad yo no era quien para judgar a falsos.

-Hola- dije mientras me subía al coche correspondiéndole la sonrisa.

-¿Lista?- me preguntó mientras me abrochaba el cinturón.

-Lista

En cuanto respondí arrancó bruscamente y nos dirigimos al instituto mientras hacíamos el tonto haciendo como que era un videoclip cantando a pleno pulmón las canciones que ponían en la radio. Esos eran los momentos que me hacían sonreír de verdad. Eran pequeños momentos de felicidad.

Aparcamos en el parking que hay detrás del insti y salimos del coche. Mientras dábamos la vuelta al edificio para entrar por la puerta principal, hablábamos de cosas varias como de costumbre.

Cuando entramos por la puerta todos los estudiantes estaban revoloteando por los pasillos y haciendo el tonto. Cristhie y yo andábamos por el pasillo principal y nos paramos en nuestras taquilla que estaban una al lado de la otra, y mientras sacábamos los libros el timbre sonó y nos dirigimos hacia clase. No coincidíamos en ninguna clase, por desgracia ya que es la única persona de todo el instituto que soporto un poco.

El día pasó rápido y las clases terminaron a las 2:30 y me fui a comer con Cristhie y algunas amigas mas que no soportaba pero que hacia como que si. Nos fuimos a comer a un restaurante fino como siempre ya que en ese grupito todas tenían bastante dinero. 

Nos sentamos en una mesa al lado de un ventanal. Todo el local tenía un aire a gente rica. El camarero se paró en nuestra mesa para pedirnos nota pero justamente el teléfono me empezó a sonar, asique me disculpe y me levante de la mesa para irme a un lado.

-Hola-dije. En la otra línea estaba mi madre.

-Hola cariño. ¿Has salido ya del insti no?

-Si, ¿Por?

-porque yo voy a trabajar hasta tarde y tu padre también por eso necesito que vayas a recoger a tu hermana de la guardería.

-Nooo- dije quejándome- Sabes que odio ir ahí. Me niego a ir ahí y menos sola.

-Hija ya eres mayor no te va a pasar nada. Hazme ese favor porfa.

-Valeeee. Ire a por ella nada mas termine de comer.

-Gracias cariño

-De nada-y colgué.

Volví a la mesa y guardé el móvil en el bolso. 

-¿Quien era?-me preguntó Cristhie cuando me senté

-Mi madre-dije suspirando

 -¿Que quería?

-Quiere que recoga a mi hermana de la guardería. ¿Me llevas?

-Claro. No te dejo ir ahí sola ni de coña-se tapó la boca- Perdona, ni de broma-se empezó a reir un poquito por lo bajo. Siempre que decía una palabrota hacia eso ya que yo "era" (mas bien aparentaba) ser la típica niña que nunca decía palabrotas y era siempre muy educada.

-Gracias-la dije enseñándola una sonrisa amable.

-De nada guapa-me dijo mientras me guiñaba un ojo.

la comida prosiguió mientras hablábamos y hablábamos de tonterías. En cuanto terminamos Cristhie y yo nos dirijimos hacia la guardería. Ella iba a entrar a recoger a mi hermana mientras yo esperaba en el coche ya pasaba de entrar ahí nunca mas.

Habían pasado 15 minutos desde que Cristhie había entrado a recoger a mi hermana y yo ya me estaba aburriendo, por suerte cuando miré a la puerta lavi junto a mi hermana agarrada de la mano. Mi hermana tenia 4 años y era una monada con esos ojitos negros y profundos y esa melenita de color marrón con mechas negras que llegaba hasta los hombros. Al lado de Cristhie parecía aun mas pequeña de lo normal ya que Cristhie llevaba unos tacones de 20 cm.

entraron en el coche y mi hermana se puso encima mio para usarme de sillita.

-Que empieze el despegue!-dijo mi hermana imitando la voz de Buzz lightyear. Entonces el coche arrancó. 

Llegamos  casa y metí a mi hermana en la cocina para hacerle la merienda. Sanswitch de crama de cacahuete y mermelada, su favorita.


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Asi eran la mayoría de mis días. Todo era muy monótono y estaba arta de ello.Odiaba estar todo el dia actuando como si todo en mi estuviera bien cuando no era asi. No mientras el siguiera li bre por ahí.

Por suerte no quedaba mucho para el final de mis problemas. Para ser un poco mas exactos, menos de un mes.Solo menos de un mes y ya.








G I R L SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora