Best friends (Camren G!P)

Capitulo 23

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Lauren iba caminando de regreso a su departamento, había ido al gimnasio a entrenar un poco y luego de ducharse salió a la calle sin darse cuenta de que alguien la seguía. Subió su maleta al auto y cuando estaba por subir ella también alguien la tomó por detrás y la dirigió a un callejón oscuro. Su cuerpo impactó contra el piso y gimió de dolor cuando sintió una patada en su costado derecho, se dobló cubriendo su abdomen pero fue mala idea, ya que después sintió un fuerte golpe en su espalda, alguien la tomó en brazos y con la vista borrosa miró sus ojos azules.

—Hola, Jauregui —la miró con desprecio.

—¿Quién eres? —preguntó con dificultad.

—Oh, claro, se me olvidaba que las personas ricas se olvidan de todos a su alrededor —la golpeó en el rostro.

—¿Quién te envió?

—Soy Zayn, por cierto, un disgusto conocerte —le pegó en el vientre.

Lauren se dobló una vez más a causa del dolor, pero el hombre que la sujetaba jaló su cabello para que levantara la vista. Se asustó al sentir el frío filo de una navaja sobre su cuello y miró a Zayn con ojos suplicantes.

—¿Sabes? Nunca me caíste mal en realidad, solo estoy haciendo mi trabajo, lo siento pero las cosas así son, me ofrecieron una buena suma de dinero por darte este pequeño castigo, aunque supongo que no es nada a comparación de lo que tienes en tu cuenta bancaria. También supongo que si te mato en este momento la diversión se acabaría muy pronto, así que no puedo hacerlo, da gracias al cielo de que no sea tan malo como para matarte ahora mismo de una manera cruel y despiadada.

Lauren cayó de rodillas y sintió una fuerte patada en el rostro por parte de Zayn, su cuerpo fue lleno de puñetazos, patadas y golpes con bates mientras ella se retorcía del dolor, sintió que le arrancaron la camiseta y como la navaja hacía pequeñas heridas en su vientre, los golpes siguieron hasta que quedó inconsciente y los tres hombres salieron de callejón con todas las cosas de valor que llevaba con ella.

•••

Cuando despertó sintió un dolor punzante en todo el cuerpo y cuando quiso levantar la mano, descubrió que la tenía enyesada al igual que la pierna derecha, tenía puestos los pantalones de deporte y su sujetador deportivo, en su abdomen estaba una enorme venda que cubría casi toda su extensión y miró que, efectivamente, estaba en una camilla de hospital.

Abrió los ojos a más no poder y se quiso levantar, olvidando por completo la pierna que tenía enyesada y arrepintiéndose al sentir las puntadas de dolor atravesar su cuerpo, en ese momento una enfermera entró a la habitación y la ayudó a acomodarse de nuevo en la cama para luego sonreír.

—Me alegro de que ya esté despierta, señorita, ¿cómo se siente?

—Como una mierda —hizo una mueca.

—Me imagino —sonrió.

—¿Exactamente dónde estoy?

—En el hospital central de Miami.

—¿Cuánto tiempo llevo aquí? —preguntó preocupada.

—Dos días y una noche, ha estado inconsciente por mucho tiempo.

—¿Quién me trajo aquí?

—Una chica, solo la dejó aquí y se fue, dijo que no la conoce pero quiso ayudarla, la encontró tirada en un callejón.

—¡Dios mío! ¡Camila!

—¿Se siente bien?

—Necesito llamar a mi familia, deben estar preocupados por no verme en dos días —se asustó.