prologo

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En medio de las calles parisinas, había un rumor, que si salías a la media noche, la más temible villano te capturaría y te convertiría en uno de sus esclavos. Donde nadie que ha sido inducido, se vuelve a saber de él. Donde todos temían ver la imagen de una polilla en las paredes y donde los robos más famosos eran solo hechos por la mujer a la que todos temían.

Queen Heart.

Ese era su nombre.

Si uno caminaba por Paris de día, se podía respirar aquel aire emocionante, lleno de nuevas historias escritas cada día, de niños riendo con sus familias, de tiendas abiertas que recibían clientes habituales o turistas, donde los jóvenes estudiaban y otros trabajaban. Donde al igual que en cualquier ciudad del mundo, los ciudadanos vivían cada día con una sonrisa, enfrentándose a luchas internar y viviendo momentos únicos.

Eso era durante el día.

Pero mientras la noche comenzaba a caer, todo era más silencioso, la gente comenzaba a tener inseguridad y todos regresaban a su hogar.

Pues al entrar la noche.

Nadie sabía que pasaría en medio de esa oscuridad.

¿Quién sería en esta vez?

¿Un niño?

¿Un adulto?

¿Un hermano?

¿Una madre?

Quien desaparecería de las calles, quien sería obligado a ser un esclavo del peor villano de Paris.

Tan solo había pasado un año desde su aparición en las calles, y ya era reconocida por todos los ciudadanos. Eso era bueno, ella ocupaba que le temieran, que comprendieran que la vida no era un color de rosa y que ella aplastaría a cualquiera que intentara meterse en su camino. Les daría una lección de vida, hasta poder obtener lo que ella quería.

Paris estaba en sus manos.

En medio de un cuarto vacío, donde solamente había una imponente silla que parecía de época victoriana, con una alfombra redonda de color negro, había un enorme ventanal que dejaba entrar la luz de la luna. Las paredes eran de color oscuras, con algunos cuadros robados que parecían importantes para la historia, pero que no revelaban mucho del dueño. En la alfombra había varias mariposas blancas esperando su llamado.

Había una persona sentada sobre aquella enorme silla. Su apariencia parecía ser de quince años, con un extraño traje donde predominaban colores negros y alguno que otro morado. Era un vestido victoriano, pero que llegaba sobre sus rodillas, con un apretado corsé y un poco de vuelo en la parte inferior. Tenía unas medias altas de liguero, que estaban bajo unas botas negras de tacón bajo. Sus manos tenían unos guantes que eran tan largos, que se ocultaban bajo la manga corta de su vestido. Su cabello era azul hasta la cintura, totalmente suelto y su rostro era adornado por una máscara en forma de mariposa blanca con negro, que cubría casi todo su rostro.

Esa joven tenía los ojos cerrados, pero de pronto se abrieron mostrando un azul celeste como el cielo, que se posaron ante la mariposa que parecía aletear frente a ella.

Alguien nuevo estaba pidiendo ayuda.

Giro levemente el bastón entre sus manos, uno negro que parecía ser bastante caro con una punta de cristal sobre este, donde una mariposa se posó.

-¿Quién es tu dueño?-murmuro por bajo a la pequeña.

Al cerrar los ojos, ambos vieron como en medio de unas calles de Paris, había un pequeño niño tirado en un callejón. Su rostro se veía algo pálido y su cuerpo era demasiado delgado. Sus ropas estaban desgastadas y no tenía zapatos.

luz y oscuridad (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora