Seven days II ② [Sarumi/K-Project]

Día 1: Viajes en el tiempo

No sabía con exactitud cómo ni cuándo había adquirido el poder de viajar a través del tiempo, tan sólo lo había utilizado un par de veces para volver a ver a Totsuka y al rey rojo.

Quería utilizarlo para un momento importante del pasado, un momento que no quería recordar pero que sentía que era necesario volver a presenciarlo, porque ya no era el mismo Yata inmaduro del pasado, ahora sabía los motivos que se encontraban detrás de aquel doloroso recuerdo.

La luz cegadora acompañada con murmullos lo envolvieron, abrió los ojos encontrándose completamente sólo en el bar de Homra, las risas y los gritos llenos de alegría se percibían del piso superior, aquel recuerdo de su familia de Homra completa y llena de felicidad lo llenó de nostalgia.

La característica campanilla al abrir la puerta del bar hizo eco en el lugar, sus ojos se posaron en aquel joven Saruhiko.

-Misaki -su voz era calmada -ven conmigo tenemos que hablar - no le respondió tan sólo lo siguió, llegando a aquel lugar que detestaba.

Aquel recuerdo comenzaba a reproducirse, aquel sentimiento de dolor y traición lo invadió, tan sólo se dedicó a observar a Saruhiko sin omitir ninguna palabra.

Vio aquella mano cubierta en llamas, aquellas que quemaron el orgullo que compartían como la Vanguardia de Homra. Tomó con valor y miedo aquella mano.

-Saruhiko -al fin lograba hablar -no lo hagas...

-Misaki, misaki... -aquella risa que le erizaba resonó por el lugar.

-¡Maldita sea cállate! -comenzaba a perder la paciencia - tan sólo escúchame -el azabache solo asintió.

-Perdoname por dejar de prestarte la atención que mereces, se que no he sido la mejor persona que podrías tener a tú lado y tú tampoco lo eres, juntos somos un desastre pero me agrada y disfrutó pasar los días contigo...

-Misaki te amo, no como amigos sino como algo más -las llamas de su mano se habían apagado.

-Lo sé, también te amo Saruhiko -sus temblorosas manos se posaron en las mejillas del ojiazul acortando la distancia que los separaba.

Al demonio, el rey rojo, el rey azul, los clanes, las batallas, las aventuras con Homra, ahora sólo serían ellos dos viviendo sus propias aventuras.