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Todo está oscuro, no hay ni un ápice de luz, no se oye nada. Ella se encuentra de pie, inmersa en aquel vacío donde sus sentidos son incapaces de captar cualquier signo de vida.

-¿Dónde estoy?¿Qué es este lugar?-se preguntaba mientras giraba sobre sí misma esperando ver algún resquicio de luz- ¿Esto...es un sueño?

Pasos. Ese fue el primer sonido que pudo apreciar, unos pasos, constantes, con un eco retumbante que cada vez se acercaba más a ella.

-¿Quién..... quién es?-preguntó con miedo- Esto es una pesadilla, estoy segura....-pronto, todo su cuerpo empezó a temblar, quería huir, pero sus piernas no le respondían-

Los pasos cada vez estaban más cerca, ella ante el pavor de saber que era el causante de aquel caminar cerró sus ojos y tapó sus oídos.

-No tengas miedo- una voz grave y melódica al mismo tiempo se dirigió a ella- No soy ningún monstruo -unas manos grandes y cálidas cogieron las suyas para destapar sus oídos-

Ella al sentir ese contacto, abrió poco a poco los ojos para comprobar quién estaba detrás de aquella voz, pues ese espacio comenzó a tener una tenue luz, como si estuviera iluminado por velas.

Era un hombre grande y musculoso, con el pelo negro azabache, por la tenue luz no se podían distinguir muy bien sus rasgos, pero pudo apreciar unos finos ojos afilados negros como el carbón que la miraban detenidamente.

-¿Cuál es tu nombre?- preguntó esa voz grave sin apartar su mirada de ella-

-Me llamo Ania...-nada más pronunciar estás palabras, él deslizó su mano por su cabellera poniendo un mechón detrás de su oreja-

-Ania, es un nombre precioso...-y sin esperarlo, aquel hombre depositó un beso en sus labios, fue delicado y cálido al mismo tiempo- Mi nombre es Z***

Un ruido ensordecedor comenzó a inundar la sala, permitiendo a nuestra protagonista conocer solo la primera letra del nombre de ese misterioso hombre.

-¡Espera!¿¡Qué pasa!? -todo se empezó a volver borroso como si se mareara-

-Tranquila-se volvió a oír esa voz grave- nos volveremos a ver, Ania.

Y, entonces, despertó.

Siempre es ZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora