Seis

260 40 4
                                    

Agarrado a la cocina, Donghae sigue mirando en dirección a la sala de estar, incluso cuando su madre intenta llamar su atención, lo que le genera un suspiro de exasperación que no escucha. Sus ojos siguen a su sobrinita, que está acunada con cuidado en los brazos de su padre, un puchero envidioso que tira de las comisuras de su boca hacia abajo. Él está ansioso por acercarse y abrazarla también, pero al parecer, tiene que ayudar a cocinar y luego poner la mesa para el almuerzo. El hecho de que se haya convertido en padre hace unos días parece significar que su hermano mayor ya no tiene que participar en esa tarea.

Donghae piensa que es injusto.

¡Donghae! —un llamado agudo lo saca de su contemplación sobre la injusticia, antes de que su madre lo golpee bruscamente en la nuca.

Aullando, levanta la vista y frunce el ceño. —Oh, sí, eh... —se aclara la garganta tímidamente, dándole una sonrisa deslumbrante—. Lo siento mamá. Te amo.

Ella le da una mirada severa, pero la pequeña sonrisa que amenaza con extenderse en su boca revela su diversión. —Estoy segura de que sí —se burla, aunque no de forma desagradable—. Sé que estás prácticamente enamorado de Yoonhwa, pero intenta y al menos finge que me estás escuchando cuando estoy hablando.

—¡Lo hago! —exclama Donghae—. Estaba.... un poco.

—Un poco no es suficiente, joven —responde ella sabiamente mientras vuelve a cortar las zanahorias—. Ahora, dime más acerca de tu alma gemela, ¿quieres? ¿Que aspecto tiene? ¿Hasta ahora te parece agradable?

Momentáneamente distraído de su sobrina por el agradable pensamiento de su alma gemela, Donghae se vuelve hacia ella y sonríe con entusiasmo. Sus manos comienzan a moverse de manera desordenada, lo que hace que gotas gruesas de agua salpiquen alrededor del piso de la cocina y en el delantal de su madre. Sin darse cuenta del mini desastre que está creando, rebota un poco en sus pies mientras chilla alegremente.

—¡Oh! —jadeó en voz alta—. ¡Es realmente, realmente muy bueno! Se llama Lee Hyukjae, es obstetra y trabaja en el hospital cerca de la cafetería, y es muy lindo y... —deja escapar un suspiro de ensueño, antes de agregar—. Es muy sexy, mamá.

Su madre levanta las cejas incrédulas, murmurando que no entiende del todo lo que es relevante para su pregunta, justo cuando Yoojung entra en la cocina para sentarse en la pequeña mesa. La mujer más joven todavía se ve un poco cansada por el trabajo de parto, pero ya está en una condición mucho mejor que hace unos días. Ella les envía una mirada curiosa y mira por última vez a su bebé, que está balbuceando felizmente a Donghwa, antes de que ella concentre su atención completamente en Donghae.

—¿Estás hablando del alma gemela de Donghae? —pregunta con una sonrisa, cogiendo un trozo de pan y dandole una pequeña mordida—. Es el otro doctor que conocimos en el hospital, ¿verdad?

—¡Sí! —exclama en voz alta mientras ignora el giro de los ojos que su madre le envía—. Fue tan impresionante, ¿verdad? Es un gran doctor, ¿verdad?

Su cuñada frunce el ceño como si estuviera considerando decirle que Hyukjae técnicamente no la ha cuidado en absoluto, ya que él no era su doctor en primer lugar, pero ya está hablando nuevamente. —Su nombre es Hyukjae, y es un obstetra, trabaja en el hospital cerca de la cafetería, y es muy lindo y muy sexy.

Yoojung se ríe, se divierte y comparte una mirada de complicidad con su madre. —Lo creas o no —comenta airosamente—. Ya sabía la mayor parte de eso. Aunque supongo que estaba un poco adolorida para darme cuenta de si él era realmente sexy o no.

Luego, después de terminar su pedazo de pan y asegurarse de que no haya dejado migajas en la mesa, ella le pregunta, —Entonces ¿cómo están tus pensamientos con él? ¿Ya son fuertes?

Cuerpo, Mente & AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora