Maddie y yo ya estamos instaladas en nuestros preciosos cuartos. El mío es amplio y de un color blanco grisáceo. Es bastante sencillo, una cama King Size negra, un escritorio del mismo color, un armario demasiado grande y una gran estantería llena de libros y pequeñas decoraciones, ¡e incluso un columpio! En una de las ventanas tiene un asiento, para poder leer y admirar la vistas, como siempre hemos querido, se ve que se han acordado y nos lo han puesto a las dos.
El de Maddie es muy parecido al mío, pero tiene algunas diferencias. El color de su habitación es un gris un poco más oscuro que el de la mía. La cama es una King Size negra y está colocada en el medio de la habitación. En frente está el escritorio y en una de las paredes está el armario que a mi parecer es demasiado grande, pero que para ella parece ser minúsculo. Según ella apenas entra su ropa pero no es porque sea más pequeño que el mío, sino por que tiene mucha más ropa. Yo desde luego no soy una aficionada a la moda ni mucho menos, a penas tengo ropa. También tiene el mismo asiento en una de las ventanas y el columpio al lado del armario.
Al igual que el mío, tiene muchas baldas con libros y decoraciones.
Además, los chicos han sido muy considerados y nos han dejado dos habitaciones con baño propio para nosotras.Hoy es un día movidito, tenemos que hacer un tour por la mansión y después explicarles a los chicos de qué va la guerra, porque se lo tomaron a broma y desde luego no lo era, pero antes de todo debemos desayunar, porque como dice Maddie, no se puede trabajar con el estómago vacío.
Me retiro la camiseta holgada y los pantalones cortos con los que he dormido para introducirme en la ducha. Una vez allí el ritmo de Imagine Dragons y el agua hacen maravillas. Cuando acabo me pongo otra camiseta holgada y otros pantalones cortos con unas zapatillas de casa, con ese look y bien despejada tengo que ir a buscar a Maddie.Ahora que estoy recorriendo la casa para ir hasta la habitación de Maddison, me doy cuenta de que el pasillo es muy largo pero, ¿cómo no iba a serlo? La casa tiene 12 habitaciones y 7 baños, más que suficientes. Como siempre, estos capullos no han pensado en nosotras y han puesto a Madds en la habitación más lejana a la mía, así que tengo que ir con cuidado para no despertar a ninguno de estos vagos. Después de haber recorrido todo el pasillo, por fin he llegado a la habitación de mi amiga.
- ¿Mads? ¿Estás despierta?- digo mientras toco la puerta.
No oigo nada, así que supongo que estará dormida, me voy a retirar al salón. Cuando me giro para dirigirme hacia él, un ruido sale de la habitación de Mads, así que abro la puerta para comprobar que está bien, la sorpresa viene acto seguido. Lo primero que me encuentro es a Ty y a Maddie.
- Oh, eh… Lo siento- digo sonrojada y cerrando la puerta de golpe.
Estoy corriendo por el pasillo intentando huir de aquella escenita, necesito llegar a la habitación, me muero de vergüenza. ¿Como se supone que voy a hablarle a Tyler ahora? Con Maddie se me hace más normal, no es la primera vez que la veo con un chico y además, es mi mejor amiga ¿pero, con Ty? Vale, es un chico atractivo, pero no me lo esperaba, pensé que lo habían dejado cuando nos fuimos a Houston, pero ya veo que no. Voy a hacer como que no ha pasado nada y me voy a por un café.
El salón-comedor y la cocina están en la planta baja de esta mansión de cuatro pisos. Son dos partes de la casa muy acogedoras a pesar de su inmensidad. El salón-comedor está compuesto por un sofá negro, unos cuantos sillones individuales a juego, una chimenea, una tele de 100 pulgadas, una mesita y un poco más apartada, una mesa de comedor muy larga. La cocina está unida al salón ya que la decoración es tipo loft, esta parte de la casa es muy completa y tiene de todo, aunque mi parte favorita es la gran isla central en la que se encuentran unas banquetas negras altas. Me dirijo a la cafetera y me preparo un Cappuccino, sigo flipando con que esta gente viva aquí.
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Adicto a tu droga
Teen FictionHayley Miller, una adolescente de 16 años, vive con Jace, su hermano mayor, en un orfanato en el centro de Seattle. Ella ha vivido toda su vida con su hermano y sus amigos, pero cuando a los 14 consiguió una beca y se fue a estudiar a Houston con s...