✿ Confesiones | vmon

❀ tercera confesión

te confieso que fui yo quien frente a tu puerta dejo un regalo para tí en el día de San Valentín.

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San Valentín había llegado, el día del amor, la amistad y de los corazones rotos.

Y Taehyung estaba nervioso, muy nervioso; si bien no se le iba a declarar a nadie si le iba a dejar un regalo a la persona que le gustaba.

Esa persona era su mejor amigo; para el fue extraño cuando de repente cada acción que el moreno hacia le emocionaba, cuando dormían juntos en la casa de alguno de los dos y se quedaba observando su rostro pensando y deseando besar sus gorditos labios, cuando cada vez que se tomaban la mano o se despedían con ligeros besos en las mejillas se ponía nervioso.

Aunque le costó aceptarlo, al fin y al cabo cayó en cuenta de que se había enamorado.

Y aunque no deseaba arruinar su amistad confesándose en el día de San Valentín, lo podía hacer de manera indirecta dejándole un pequeño detalle sin que se diera cuenta.

Unos golpes sonaron en la puerta de su habitación provocando que se alertará y escondiera el regalo bajo su cama con rapidez, la preocupación inundó su cuerpo cuando escucho un golpe sordo tras haber lanzado el regalo.

– Mierda... – murmuró para sí mismo mientras caminaba hacia la puerta rezando para que no se vaya roto nada, tras abrirla se encontró con su madre junto con Namjoon con el típico uniforme de la preparatoria.

Oh, por cierto ambos ya tenían quince años, el tiempo pasa rápido ¿verdad?

– Taehyung, como verás Namjoon ya llegó para que se vayan juntos. – dijo su madre con su típico tono cariñoso, el castaño asintió y le sonrió a el moreno quien le devolvió la sonrisa levemente sonrojado.

Bajaron las escaleras; tras que Taehyung tomará su mochila y se despidiera de su madre, salieron de la casa.

Cuando se alejaron, el menor se detuvo llamando la atención de Namjoon – ¿Que sucede? – pregunto el moreno mirando a su amigo preocupado.

No contestó, simplemente metió una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta, de el saco una cajita que le entrego a su amigo.

– Feliz día de San Valentín, Joonie. – los ojos de Namjoon brillaron en sorpresa y sus mejillas se colorearon, tomó la cajita entre sus manos, una sonrisa apareció en sus labios.

– Dios Tae, no debiste... – abrió la cajita sacando de ella dos collares de plata, uno con un dije en forma de corazón y el otro con uno de koala, el castaño tomó el de koala y se paró atrás de su amigo.

– Cuando se trata de ti, todo es necesario. – dijo mientras pasaba el collar por su cuello y lo abrochaba, volvió a su puesto anterior – Hermoso... – susurro en voz baja, pero lo suficientemente alto para que Namjoon escuchará.

– N-No digas esas cosas. – dijo nervioso, a continuación repitió la acción de su amigo pero con el otro collar.

– Ahora estamos unidos por estos dos collares y nunca nos separaremos del otro. – Namjoon sonrió tras las palabras de su amigo y lo envolvió en un abrazo.

Taehyung posó sus manos en la cintura del más alto y Namjoon por su cuello, un abrazo que duró unos cuantos segundos.

– Yo también tengo algo para ti, no es tan bueno como el tuyo pero igual espero que te guste. – de su mochila saco un paquete mal envuelto en papel de regalo, sonrió con ternura al imaginarse a su mayor batallando en envolver el regalo.

– Gracias, Namie. – le quitó el papel y del paquete saco una foto enmarcada de ambos cuando eran unos niños – Atrás tiene algo escrito, pero no lo leas hasta que estés en casa.

Taehyung hizo un pequeño puchero, ya quería leerlo, pero al ver los ojos de su mejor amigo, brillando en alegría mientras le miraba, supo que la espera para leer lo escrito valdría la pena si con eso Namjoon era feliz.

Taehyung le extendió la mano a su mayor ofreciéndole de esta manera que la tomará, Namjoon no dudo en hacerlo y juntos caminaron al instituto.

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Durante todo el día habían ocurrido confesiones de amor entre estudiantes, entrega de regalos o simplemente demostraciones de amor y amistad sin necesidad de algún presente.

Cuando salieron del instituto, como todos los días tomaron la misma ruta separándose solo para que uno de ellos cruzará la calle hacia su casa, de este modo entrado a sus respectivos hogares, la madre de Tae no se encontraba ya que trabajaríamos hasta tarde, por lo que el castaño podría ir a dejar el regalo a la casa de enfrente sin tener que responder las preguntas que le haría su madre.

Cuando llego a su habitación dejó su mochila en la cama y reviso abajo de ella en busca del regalo, lo saco con cuidado y reviso detenidamente si no se había roto algo.

Por suerte no había le había pasado nada, con una sonrisa en su rostro y los nervios comiéndolo entero salió de la casa con la canasta en sus manos.

Cruzó la calle revisando primero que Namjoon no estuviera viendo por su ventana y al llegar a la puerta respiro ondo.

– Tranquilo Tae, puedes hacerlo. – suspiro, dejo la canasta en la puerta y aplicó la técnica del toca y corre, entrando a su casa rápidamente y mirando entre las cortinas de una de las ventanas de la entrada.

Observó cómo su amigo salía de la casa  mirando a todas direcciones confundido, cuando vio la canasta la tomó entre sus manos tomando la nota que tenía escrito "Para Namjoon" miro lo que se encontraba dentro de la canasta y sonrió en grande con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

Un gran peluche de Ryan que entre sus patitas sostenía una carta, hechando un último vistazo a la calle, entro a la casa cerrando la puerta detrás de sí.

Taehyung se deslizó por la pared hasta terminar en el suelo sentado, una extraña felicidad inundó su cuerpo al ver sonreír a el moreno, paso una mano por su cabello mientras recordaba la hermosa sonrisa de su mayor.

Estaba muy enamorado.

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Cuando decía que era un fracaso lo decía enserio jsjsjs, bueno como verán no terminaré la historia hoy mismo, pero aún continuaré publicandola incluso aunque mi participación ya no se válida en ese concurso porque la historia no está terminada xd.

Si hay errores ortográficos, mi más sincera disculpa, serán corregidos cuando la historia llegue a su fin.