¿chica mala? las apariencias engañan

parte 7

-¿Cuándo fue la última vez en ver a la señora Cristina Litz con vida? Pregunta el oficial, luego de ver más calmada a Karen.
-pues yo la vi hace un mes maso menos, pero Ali fue a visitarla hace una semana creo.
-¿Quién es Ali?
-¡¡Mi hija!! Exclama Karen-¿Y ustedes van a investigar un asesinato? Dice irritada
-Lo siento, ¿podemos hablar con ella? Dice el oficial.
- ¿No necesita algún abogado? Porque es menor de edad. Recalca la madre.
-eso es sólo cuando es sospechosa, pero si ustedes prefieren hacerlo de esa manera podemos esperar. Y sino podemos hacerle unas preguntas con ustedes adelante. Sugiere el policía.
- Está bien. Y llama a Alicia a la sala, quien estuvo encerrada la mayor parte del día intentando comunicarse con Aron.
-¿Qué pasa acá? Pregunta Ali, temiendo lo peor con respecto a Aron.
-hija, hay algo que tenes que saber antes de hablar con la policía-. Quienes habían estado en la casa por más de dos horas y ya estaban bastante irritados.
-¿Qué pasó?
- Es tu tía Cristina, ha fallecido-. Nuevamente el esfuerzo que hacía Karen por no llorar falló y las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas mientras abrazaba a Alí.
-No, no puede ser-. Dice entre sollozos, Alicia la había visto hace una semana y, Más allá de lo mal que la trató la ultima vez que la vio, le tenía un amor inmenso a su tía.
- La policía quiere hacerte unas preguntas sobre la última vez que la viste.
-¡No! No puedo no puedo!! Grita Ali- ¿no pueden entender lo que pasó y dejarnos llorar en paz?
- lo siento señorita pero si no lo hacemos ahora mismo acá, va a tener que ser en la comisaría, es un asunto importante y necesita resolverse cuanto antes.
-¿Asunto? Esto no es un asunto, es mi tia, Mi familia!! Grita alterada Ali.
-Necesitamos que nos acompañen a la estación. Dice frunciendo el ceño el oficial y levantando la voz.
-¡No pueden hacer eso!! Grita Daniel-.
-Podemos, y lo haremos, acompañenos por favor o serán declarados todos sospechosos por el asesinato de Cristina Litz.
-¿Asesinato? Ali abre grande los ojos y el horror se hace visible en su rostro. Acto seguido todos acompañan a los oficiales a la estación de policía.