DESTINO SOBRE RUEDAS / CLEXA

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Cuando Lexa se despierta, siente frío.

Abre los ojos lentamente y lo primero que nota es una habitación desconocido. ¿Dónde diablos está?

Luego, la noche anterior vuelve a ella en flashes. Clarke viene a recogerla, el festival, luego los besos

y lo que sucedió después. Y por último, recuerda cómo Clarke le dijo que quería despertarse a su lado.

Entonces, ¿por qué la cama es tan fría y vacía?. Lexa bosteza sin molestarse en cubrirse con la mano, y se levanta. Mira a su alrededor y encuentra su ropa en el suelo. ¿Acaso Clarke de fue?

Abre el armario y la ropa de Clarke sigue allí y suspira aliviada. Le dijo a Clarke cosas bastante crudas ayer por la noche, algunas cosas que ni siquiera Octavia y Raven saben, y realmente no le habría gustado que Clarke la abandonara.

Se dirige al baño y abre el agua de la ducha. Incluso si hace frío, entra, y usa el champú y el gel de ducha de Clarke para asearse. Tendría que haber tomado una duchado anoche después de sus actividades, pero estaba demasiado cansada.

Canta una canción que escuchó en la radio dentro del restaurante el otro día, mientras se lava el cabello. Cuando termina, toma una de las toallas del estante y sale de la ducha. Usa el cepillo de dientes de Clarke para lavarse los dientes y luego se dirige a la habitación principal.

Toma ropa interior limpia, con la esperanza de que a Clarke no le importe y una de sus camisas. Le queda larga, casi hasta la mitad del muslo. Se mira en el espejo y descubre que le gusta usar la ropa de Clarke. Todo tiene un sentido de pertenencia.

Recoge su ropa del piso y la coloca en una silla, luego se sienta en la cama y comienza a secarse el cabello con otra toalla. Cuando está satisfecha con el resultado, abre su bolso y se pone un poco de maquillaje, luego se sienta en la cama y espera mientras mira el televisor.

Clarke regresa después de algunos minutos, mientras Lexa está viendo las noticias. Están diciendo algo sobre el tráfico cuando se abre la puerta y Clarke entra con dos bolsas de papel.

"Hey", Los ojos azules se adhieren a ella y sonríen "todavía aquí".

"¿Dónde más podría estar?," Lexa le devuelve la sonrisa.

"Traje el desayuno", Clarke le entrega una de las bolsas de papel y un café. "No sabía que te gustaba, así que te conseguí un café con leche".

"El latte están bien", dice Lexa, tomando un sorbo, "pero prefiero un café americano".

"Anotado", sonríe Clarke, acomodándose en la cama junto a ella, "Me aseguraré de conseguirlo la próxima vez".

"Clarke" Lexa suspira "sigues diciendo que habrá una próxima vez, pero pronto vas a irte"