𝐵𝑙𝑢𝑒 𝐵𝑙𝑜𝑜𝑑

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La Liga de los Villanos estaba en la mira de todos. Héroes, medios de comunicación, incluso civiles comunes y corrientes... todos los querían fuera del mapa.

Shigaraki parecía indiferente al acecho constante, como si el mundo entero no fuera más que un tablero de juego para él. Dabi, en cambio, lo detestaba. No podía soportar la idea de vivir escondido, de ser un fantasma en las sombras solo porque su rostro se había vuelto demasiado reconocible. Antes se movían con libertad; ahora, cada paso debía medirse. Era asfixiante.

Toga, por su parte, lo llevaba bien. O al menos, eso aparentaba. Reía, canturreaba y seguía jugando con la sangre como si nada hubiera cambiado. Pero detrás de su sonrisa desquiciada y su amor por el caos, seguía siendo una adolescente de diecisiete años.

Muchos se preguntaban cómo una chica así había llegado hasta allí.

Lo cierto era que ni siquiera ella tenía la respuesta.