Capitulo diecinueve.

1.1K 115 20
                                    

— Entonces él de verdad quiere que cante en la boda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entonces él de verdad quiere que cante en la boda... Le cuestionaste con la mirada a Verónica.

Siendo sincera, no me sorprende.

Sí, ya me lo había dicho antes...

Y en cuanto al baile... Deberá practicar con él ¡Se que no le gusta la idea! Pero piense que es mejor si no se le provoca. Suspiras, ella tiene razón, debes hacer exactamente como habías hecho antes de llegar a este punto, habías hecho un buen trabajo suprimiendo tus emociones en los escasos días que llevabas en el palacio, a veces se te escapaba la rabia, pero cuando estabas en la completa soledad de tu habitación, golpeabas la almohada con furia, la cama no, temías romperla y que te cuestionaran por ello no sería bueno, te pones de pie y la acompañas a un salón, definitivamente, era aceptar o aceptar, allí ya se encontraban los músicos.

Siguiendo tus instrucciones y canto, ellos empezaron a tocar, varios sirvientes se detuvieron a escucharte y observarte, Reed, quien se había encontrado cerca, se acercó también al escucharte, simplemente se quedó allí, en un lugar desde el cual no lo veías.

Describir sus sentimientos por ti... Era cliché, del tipo como la gente usualmente lo describía, simplemente inexplicable, no sabía dónde empezaba o terminaba, no sabía con exactitud qué adoraba de ti, quizás era todo, porque realmente no veía imperfección en ti, cuando a él le gustaba algo, lo atesoraba con unos celos que no se le podían comparar a otra persona, no eras un objeto, pero es que él no había sentido afecto por un ser humano, no sabía cómo tratarte, la paranoia de que pudieras escapar con tu amiga o que ellos te convencieran de huir y desaparecer del mapa, eran sorprendentemente aterradora para él, el nivel de apego que sentía por ti, además de ser extraño, no sabía cómo canalizarlo, matar y pisotear para conseguir lo que quería era lo que le habían enseñado y lo que había hecho toda su vida, no te forzaría a nada, a él mismo quisieron hacerle sentir algo por la hija de Irvin, sin éxito, así que ya conocía de ante mano cómo funcionaba el afecto, pero esto no quería decir que cabía la posibilidad de dejarte libre, mucho menos ahora que se había anunciado la boda, Reed si te quería, más allá que eso, estaba enamorado, obsesionado, sin embargo, nunca fue alguien errático, al igual que tú, fuera cual fuera la situación, se obligaba a si mismo mantener la cabeza fría, pero era más que obvio, una persona normal no se llevaría a la fuerza a su interés y le obligaría a casarse con él amenazando con exterminar a su familia entera, Reed no ve nada de esto, sabe que está enamorado, sabe que no te quiere lejos y hasta ahí, hará lo posible para que sus deseos sean cumplidos.

La práctica termino y fuiste llevada a tu cuarto, discretamente, Reed te sigue, una vez frente a tu habitación abre la puerta, una vez más, te encuentra cantando.

— ...To bury my love, in the Moondust... I long to hear your voice, but still I make the choice... To bury my love, in the moondust... Nothing can breath, in the space... Colder than, the darkest sea... — Como la vez anterior te detienes y lo observas ¿Necesitas algo...? Te habías estado peinando anteriormente.

L I B E R T Y | ¡Yandere! ¡Rey! x ¡Rebelde! ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora