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El despertar

Todo estaba tan tranquilo, no habían vuelto a saber nada del cielo desde que huyeron de ahí. La noche soplaba un cálido viento que daba a entender la llegada pronta del verano, el cielo esta muy despejado y se podía ver las estrellas muy claramente. Las risas de la gente se podía oír de vez en cuando, todo estaba muy tranquilo, ya había pasado buen tiempo desde la ultima batalla entre el bien y el mal, la humanidad había entendido su pecado y trataban de solucionarlo. Las olas del mar resonaba muy suavemente sobre la orilla. Denisse el arcangel amarillo miraba la inmensidad del océano mientras el viento jugaba grácilmente con su cabello, rogaba que el hijo de Dios donde se encontrará los cuidará y diera fuerzas para lo que se vendría, a unos cuantos metros Brian el arcángel negro se encontraba sentado en el suelo del salón de su casa de playa, él abrazaba a Sebastian el arcángel blanco quien se encontraba recostado en su pecho, sólo esperaban una señal, algo tenía que suceder para poderse guiarse, se encontraban algo perdidos y confundidos por su traición que habían cometido contra su creador.

- ¿Crees que hemos hecho bien? - hablo casi susurrando Sebastian - Hemos retado a nuestro Dios.

- No lo se, pero algo me dice que hemos hecho bien, nosotros siete somos los arcángeles protectores de la humanidad, es nuestro deber defenderla.

- A cambio quizás hemos despertado la ira de Dios, él es nuestro crea...

- Lo se muy bien, pero el mismo nos creo para luchar por la humanidad, para eso fuimos entrenados, es de entender que debamos luchar por ella aún en contra si se trata de nuestro propio creador.

- Pero y los otros cuatro, se quedaron sin protestar, solo salimos en su defensa nosotros tres - dijo algo apenado el arcangel blanco Sebastian.

- Debemos confiar y tener fe - Dijo Brian mientras jugaba con el cabello de Sebastian.

- Sabes que sera una batalla dura, quizás podamos perder incluso la vida.

- Lo se pero no me pienso rendir, voy a luchar por los seres que quiero - dijo mirando a Sebastian, éste último al oír eso levanto la vista y después de cruzarse mirada sonrieron.

En ese entonces una dulce melodía sono en sus corazones y un cántico muy suave resonó en la habitación, era muy bella, se sentía tan reconfortante y aliviaba cualquier pena, era tan cálida como si el mas bello de los ángeles la entonara, entonces muy despacio una luz iluminó la habitación, era una sensación único que solo pueden sentir los de corazón puro. La imagen de un ser apareció ante ellos, Denisse apareció por la puerta pues había sentido aquella sensación y apenas vio la luz se arrodilló, Brian y Sebastian ya estaban hincados ante la presencia.

- Mi señora es usted - dijo Sebastian.

- Tranquilos, levantaos yo no soy mas que vosotros.

- No diga eso mi señora, usted es la elegida por nuestro señor Jesús.

- Solo soy su mensajera, él no os ha abandonado. Se acerca una amenaza, tened cuidado.

- ¿A que se refiere? - preguntó Brian.

- Ya lo entenderéis, he de irme, no perdáis la fe.

De pronto la bella luz y silueta de aquella dama ilumino la habitación y desapareció.

- Se acerca algo peligroso - pronuncio Denisse.

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⏰ Última actualización: Sep 21, 2014 ⏰

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