COSAS DEL DESTINO II

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-¿Por dónde empezamos?-pregunté al salir de mi edificio.

-No sé, tú eres la guía hoy-sonrió.

Me perdí en su sonrisa. No entendía cómo podía estar tan tranquilo. Le habían dado una paliza y había perdido la memoria…

Pasamos el día paseando por todo Hamburgo (Alemania). Primero lo llevé al parque Planten un Blomen. Mientras paseábamos entre las plantas exóticas hablábamos y reíamos de cualquier cosa. Era muy simpático y risueño, de vez en cuando bromeaba y me hacía reír. Al llegar al centro del parque hacían un espectáculo de agua. Unas mujeres bailaban en una fuente enorme, era precioso. Al terminar, repartieron unas bengalas. Bill empezó a bailar imitando el ballet haciendo dibujos con la bengala. La gente se lo quedaba mirando riendo, pero a él no le importaba, solo me miraba y se reía sin parar al igual que yo.

A la hora de comer nos dirigimos al “Mercado del Pescado”. Allí estaba mi restaurante favorito, al lado del mar.

-Es precioso-comentó Bill mientras se sentaba a una mesa del exterior del restaurante.

-Es mi restaurante favorito, me encanta.-concluí.

Comimos entre risas, este chico no paraba de sorprenderme nunca me había reído tanto.

Finalmente caminamos por la playa para bajar la comida.

-Bill…-rompí el silencio-¿No te preocupa haber perdido la memoria?

-Ha valido la pena perder la memoria para conocerte-me miró directamente a los ojos.

Me sonrojé y desvié la mirada al océano. ¿Qué me estaba pasando? Estaba casi segura de que no era gay, pero igualmente lo acababa de conocer. Además, había perdido la memoria… puede que en realidad no fuera así de simpático y amable…

Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y temblé, estaba empezando a oscurecer y a hacer frío. Bill rodeó mis hombros y me atrajo a su pecho. El calor que desprendía su cuerpo hizo que la piel se me erizara y me sonrojé. Me sentía segura a su lado, por más extraño que pareciera.

*

-¿Nada?-pregunté al llegar a casa, rompiendo el silencio que nos había invadido todo el camino.

Negó con la cabeza agachada.

Que tonta había sido… Claro que le preocupaba. ¿Cómo no le iba a preocupar? Pero en realidad él era así de alegre y no quería demostrar lo contrario.

Me acerqué a él y lo abracé.

-¿Quieres que vayamos a un hospital?-lo miré sin dejar de abrazarlo.

-Mañana…-susurro acercándose a mis labios.

No me moví, había estado todo el día queriendo probar esos preciosos labios pero también temía que algo saliera mal. ¿Y si cuando recuperara la memoria también recuperara los sentimientos hacia alguien más? ¿Y si se olvidaba de mí? ¿Y si…

 -Lo… lo siento-susurra alejándose de mí-eres la única persona que tengo en mi vida, no recuerdo nada… Pero siento que me estoy aprovechando, de veras lo siento…

-Yo…-me quedo sin palabras-¿Cenamos?

Bill me mira sorprendido y me sonríe de lado.

Al abrir la nevera la mandíbula se me cae al suelo. ¡Me había olvidado de hacer la compra!

-Esto… Bill…-lo miro completamente roja.

-¿Qué pasa?-pregunta enarcando una ceja.

-Me olvidé de hacer la compra…-susurro avergonzada.

-No pasa nada, tampoco es el hambre que tengo…-me sonríe para tranquilizarme.

-Vuelvo en cinco minutos-corro hacia el perchero del lado de la puerta-en unas calles hay una pizzería, seguro que aún la encuentro abierta.

Cierro la puerta detrás de mí sin dejarlo responder.

Bajo las escaleras corriendo y al salir del edificio me encuentro con una limusina hummer aparcando delante de mi apartamento, pero no tengo tiempo para pararme, no sé la hora que cierran la pizzería…

*

Gracias a Dios encuentro la pizzería abierta. Me atienden rápidamente y me siento a esperar. Delante del mostrador se encuentra una televisión donde dan el típico programa de chismorreo de famosos.

“Y vamos con la última noticia de hoy, para mí la más importante. Teníamos nuestras dudas sobre su sexualidad, pero aquí tenemos imágenes que demuestran que Bill Kaulitz no es homosexual. Nuestros paparazis lo encontraron en plena cita con una chica anónima paseando por las calles de Hamburgo. En especial, estuvieron en los jardines Planten un Blomen donde este fin de semana se celebraba un festival de agua. (Imágenes de nosotros pasaban por la pantalla del televisor). Y hasta aquí el programa de hoy, espero…”

Me levanto y salgo corriendo hacia mi apartamento.

Mi cerebro iba a estallar de un momento a otro. ¿Cómo podía haber cambiado tanto mi vida en un solo día? Había dando un giro de 360 grados casi sin darme cuenta.

El trayecto hasta mi casa, corriendo a una velocidad máxima se me había echo eterno. Necesitaba hablar con Bill, contarle lo que acababa de averiguar, pero al llegar a la puerta de mi apartamento dos hombres que me sacan dos cabezas me obstruyen el paso.

-¡¿Se puede saber que estáis haciendo en mi casa?!-grito con mi último aliento.

Soy mala, lo sé! Es para picar un poco a esos lectores anónimos que tengo por aquí, espero que algún día os deis a conocer y me dejéis vuestra opinión, aunque sea un solo comentario en este capítulo, por favor!!! 

En fin, mil gracias por leer, comentar, votar... no sabéis lo ilusionada que estoy con este proyecto. Ya he empezado a organizar mi novela, solo me falta escribirla JAJAJAJ. Empezaré pronto, lo prometo. Tengo muchas ganas de escribirla porque creo que he tenido una idea genial. 

No sé si conocéis un instagram llamado wattpad_hispano, pero me ha recomendado y quiero darle las gracias también desde aquí. Podéis seguirle en instagram, recomienda novelas muy buenas!

Me voy a dormir porque estoy subiendo capítulo a la 1:29 y mañana no sé donde sacaré fuerzas para levantarme. Espero que os guste. Besos!!

Miss KyannaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora