Capitulo 2

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Desde que empezamos a hablar Javier y yo nos llevamos muy bien. Jamás voy a olvidar cuando me dijo:
-Quiero besarte Val
-Cuando termines con tu novia vemos que podemos hacer al respecto.
La verdad yo también moría por besarlo, pero él tenía novia y por más que odiara a esa chica, ella no merecía una infidelidad. Además yo siempre he dicho, lo que empieza mal, termina mal. ¿cómo podía empezar una relación con alguien que tenía pareja y esperar que no me hiciera lo mismo? Además Javier siempre me había dejado claro que no quería una relación formal conmigo pero que si me quería. Eso me confundía demasiado pero yo me hacía la madura y orgullosa y le contestaba que yo tampoco buscaba una relación seria con él.
Siempre fui fiel a mi pensamiento, hasta el 7 de diciembre de ese año. Sara me invitó a una fiesta en su casa, obviamente Javi iba a estar esa noche. Tomé una ducha, me puse unos jeans nuevos de color negro que me quedaban de maravilla, eran muy ajustados, con una blusa corta de color rojo que dejaba mis hombros al descubierto y unos tenis blancos. Me maquillé como siempre muy casual pero lindo y me coloqué unas argollas doradas que le daban un toque especial a mi look. Me solté el cabello, lo cepillé un poco, le avisé a mamá que iba a salir y me fui.
-Hola amiga.
-Hola Val, te ves divina.
-Ay no exageres, tu también te ves muy linda. Apuesto que Christian no va a parar de mirarte.
Nos reímos, y empecé a saludar a todos. Incluido a Christian. Chris eran chico genial, muy apuesto que le gustaba a Sara desde hace mucho. Se llevaban muy bien, había mucha química entre ellos pero nunca había sucedido nada.
Recuerdo haber mirado el reloj a eso de las once de la noche, y Javier no aparecía por ningún lado. Le dije a Sara que me compartiera internet un segundo ya que se me había agotado mi plan de datos. Ella me dijo que si, y apenas mi celular se conectó, me llegaron muchos mensajes de Javi.
-Val no voy a poder ir.
-Lo siento.
- A última hora mis papás quisieron venir a una cabaña y aún estoy lejos.
-Tenía muchas ganas de verte.
-Perdóname de verdad.
Estaba furiosa, la casa de Sara quedaba muy lejos de la mía, le había rogado a mamá por horas, para que me dejara salir. Solo lo había hecho porque quería verlo y ahora de un momento a otro no venía.
Estaba sola sentada con un vaso que ni siquiera sabía que contenía, viendo a todos bailar y disfrutar. Muchos chicos me ofrecían bailar con ellos y yo me negaba. Estaba decepcionada. En eso me vibró mi celular, lo miré rápidamente con la esperanza de que fuera Javi y me dijera que me estaba esperando afuera y que todo era una broma, pero no. Era mamá.
-Hija
-¿cómo vas?
-¿ya puedo ir a recogerte?
Mi madre estaba de muy buen humor, y un dia cualquiera hubiera dicho: No mamá, yo te aviso. Pero ese no era el día.
-Si mamá, ven por mi.
Estaba lejos y era media noche, pero mamá estaba feliz, era la noche perfecta para disfrutar y llegar tarde a casa. Sin embargo estaba tan enojada, que lo único que quería era llegar a mi habitación y dormir.
Escuché que sonó el timbre, y como todos estaban, tan ocupados bailando o demasiado ebrios para abrir la puerta, me levanté y la abrí yo. Me quedé boquiabierta y con los ojos como platos cuando vi quien estaba en la entrada de la casa frente a mi. Javier.
-Hola Val, ¿me extrañaste?
No sabía qué decir. Así que no respondí y me di la vuelta. Me senté justo donde estaba. Seguía furiosa porque me había hecho pasar un mal rato pero también estaba tan feliz de verlo.
-¿me vas a ignorar groserita?
-Lo miré y no pude evitar reírme,
En ese momento, empezó a sonar una canción muy lenta y sexy perfecta para bailar. Podía apreciar cómo todos se unían al centro de la sala para bailar.
-Bailemos.
Me tomó la mano y me llevó a donde todos estaban. Estaba muy nerviosa porque sabía que no era la mejor bailarina. Pero me dejé llevar por ese ritmo y lo disfruté tanto. Javi me hacía sentir tan tranquila y relajada. Sonó mi celular, y lo revisé rápidamente mientras seguíamos bailando.
-Hija ya voy llegando.
-Ve saliendo.
Maldición. Justo cuando estaba en el mejor momento de la fiesta.
-Javi ya tengo que irme.
-¿En serio? Pero si la fiesta apenas comienza.
-Lo sé pero ya vienen por mí.
-Está bien. Pero acompáñame antes de que te vayas.
Me llevó a la cocina, que estaba algo oscura y vacía.
-Te ves hermosa.
Se acercó tanto que solo nos separaban unos poco centímetros.
-Gracias. -Dije con la voz entrecortada.
Sonrió y me dió un pequeño beso en los labios. Me alejé de inmediato, sabía que no estaba bien lo que estaba pasando. Él se dio cuenta de mi incomodidad de inmediato.
-¿Estás bien?
-No Javi, esto mal. Te he dicho repetidas veces, que entre nosotros no puede pasar nada hasta que no estés soltero.
-Terminé con mi novia. Por ti. Porque quiero estar contigo.
Quedé en shock. Sonó mi teléfono. Mamá me estaba llamando.
-Hola mamá, ya estoy saliendo, me estaba despidiendo de todos.
-Mmm, está bien no te demores.
Sabía que a mamá le enfurecía que no estuviera afuera cuando ella llegaba a algún lugar a recogerme.
Me fui. Así no más. Sin despedirme de nadie.
Entré al auto, saludé a mamá, subí el volumen de la música y pasé el resto del camino, en silencio. Llegué a casa y me encerré en mi habitación. No podía dejar de pensar en lo que Javi me había dicho. Revisé mi celular y había un mensaje de él.
-No logro sacar de mi cabeza lo suaves que son tu labios.
-Perdón si te hice sentir incomoda, no pude evitar robarte un beso.
No respondí. Estaba mucho más confundida que antes. Sí, me gustaba y supongo que yo a él. Pero en nuestras conversaciones me había contado lo mucho que quería a su novia y que si algo pasaba entre nosotros no sería nada serio. No quise darle más vueltas al asunto y me dormí.

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