Capítulo 1

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     Decidí levantarme de la cama cuando los primeros rayos de sol se colaban entre las ramas de los árboles por la ventana, provocando que mi pálida piel comenzase a brillar como un diamante. No podía sentir el calor, pero la sensación y la vista eran agradables. Me senté en la cama, incapaz de echar de mi cabeza aquel horrible sueño. ¿Por qué después de tanto tiempo se me venía algo tan horrible a la cabeza? Quizás fuese una coincidencia, quizás no me acabase de acostumbrar a la inmortalidad y todavía tuviese miedo de perder a Edward por causas de la vejez. Sacudí mi cabeza y logré despejarme lo suficiente como para salir de la habitación.

     El vampiro de pelo cobrizo se encontraba sentado en el sofá azul marino que se encontraba casi en mitad del salón. Sus deslumbrantes ojos se posaron en mí y sus labios se curvaron en una perfecta sonrisa. Se levantó de inmediato para rodearme con sus brazos y juntar sus labios con los míos.

     —¿Interrumpo algo? —pregunté ladeando ligeramente la cabeza.

     —En absoluto, estaba pensando en algunas cosas, como en nuestra hija.

     —¿Le pasa algo a Renesmee?

     —Han pasado solo dos años —de repente su rostro se endureció ligeramente—pero Renesmee ya tiene el aspecto de una mujer.

     Edward tenía razón. Ahora mismo nuestra hija tenía la bella apariencia de una mujer que rondaba entre los dieciocho y los veinte. Inspeccioné la mirada de mi esposo, tratando de averiguar por mí misma a donde quería llegar, como si tratase de copiarle sus poderes. No tardé demasiado en darme cuenta de a qué se refería, y solté una dulce carcajada al mismo tiempo que le apretaba contra mí.

     —¿Te preocupa lo que pueda pasar con Jacob? —dije con sorna

     —Más bien, lo que pueda pasar con ella. Es medio humana, no sabemos si sería capaz de concebir un niño, y menos siendo de alguien como él.

     Mi sonrisa desapareció al instante. La mirada cada vez más seria de Edward me hizo comprender del verdadero problema entre Renesmee y Jacob. Casi pierdo la vida —más de una vez— al concebir a una hija medio vampiro medio humano. ¿Qué podría llegarle a ocurrir a Renesmee si llevase a una quimera en su interior? El hermoso vampiro parecía realmente asustado. Acaricié su mejilla con una mano y le di un suave beso en la nariz. No pareció calmarlo.

     —Hablaremos con Renesmee —dije con un tono de voz cálido y amable—le diremos a todo a lo que se puede exponer.

     Edward me besó con ternura, note como su frío cuerpo se relajaba entre mis brazos. Solté una leve risilla y le miré a sus profundos ojos color caramelo.

     —Tengo hambre

     —Entonces será mejor que cacemos algo antes de hablar con nuestro medio vampiro

     —No sabía que los vampiros también diesen charlas de sexualidad —me reí entre dientes

    —No todos los vampiros tienen tanta suerte

     Me mordí el labio y seguidamente besé los suyos. Si hubiese sido humana, me hubiese sonrojado ante aquel comentario. No tardamos mucho en salir disparados hacia el bosque. Los pájaros canturreaban entre las copas de los árboles, aunque a veces pensé que sería una especie de aviso de que veníamos nosotros. La sed de sangre me agudizó los sentidos. Corrimos entre los árboles durante veinte minutos, buscando algún malaventurado animal del que alimentarnos. Una parte de mi quiso detenerse a apreciar la naturaleza que me rodeaba, pero la sed me empujaba a buscar alimento. Finalmente logramos encontrar una manada de ciervos que pastaban cerca de un gran charco formado por las lluvias. Sabía que a Edward no le divertía tanto la caza si no era entretenida, pero yo tampoco estaba dispuesta a pelear mucho por comer.

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⏰ Última actualización: Apr 28, 2019 ⏰

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