La nueva amenaza

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La dicha había llegado a la mansión vongola después de un tiempo de espera para el despertar de los pequeños pero esta dicha solo era una pequeña porción comparado con lo que había sucedido, los adultos iban a informar a los recién despiertos de lo que paso con los demás pequeños pero el décimo vongola se los impidió al regalarles una mirada de reprocha miento ante lo que dirían. Por el momento se encontraban al menos tres de los cuatro niños reunidos en el salón parados frente a los guardianes y a los arcobalenos que los miraban intrigados.

- ¿Por qué nos miran así? -pregunto una platinada mirando a todos algo perdida- no creo que nunca hayan visto a alguien dormir después de haber utilizado todo su poder, que son unas horas de descanso.

-mocosa estúpida no durmieron por horas -corrigió un albino que apenas entraba por aquella puerta doble que llevaba a la enfermería.

-fueron días -susurro una azabache con la cabeza baja, así como algunos moretones en su cuerpo que caminaba hacia ellos.

- ¿Xaxuria? ¿Q-que te paso? -se asustó una platinada corriendo hacia ella al igual que otro azabache, pero con más lentitud- ¿a qué te refieres con días?

- ¿Dónde están los demás? –cuestiono ganándose los ojos escarlatas de la contraria que parecía enfurecida.

-Huy que cara tienes -se burló una albina mirándola.

- ¡se supone que las cuidaríamos! -dijo enojada encendiendo inevitablemente sus llamas- ¡pero dejamos que desaparecieran y se las llevaran! -grito enfadada mirando con rabia a todos.

-je debes de estar bromeando -se burló la albina mirándola- después de lo que hice no pueden estar en peligro -con ese comentario se ganó la mirada de una azabache completamente furiosa y luego sintió como la persona a su lado se comenzaba a molestar- no enloquezcan ok.

- ¡Puta madre como que se llevaron a Nami y los demás! -y lo que dijo la albina fue desobedecido por una platinada,

-Niños -interrumpió el castaño la plena explosión- tranquilícense un momento vale -sonrió para calmarlos lo cual funciono y dirigió su mirada hacia la azabache golpeada- ¿Cómo terminaste toda golpeada? ¿Squalo? -cuestiono mirando a él albino.

- ¡Voiii a mí no me mires fue el estúpido jefe quien la golpeo!

- ¡Basura fui yo ¿y qué?! ¡No es como que me esté prohibido inútil! -aturdió a todos por su grito el azabache de ojos escarlata que apenas llegaba haciendo temblar un poco al castaño.

- ¡No le hables así al judaime maldito! -interrumpió el platinado listo para defender a su jefe.

- ¡cómo se atreve a gritarle así ese estúpido perro!

- ¡eh no insultes a mi estúpida madre la única que lo hace soy yo!

-shishishi un perro faldero viene a joder.

-kufufu esa es mi frase príncipe de pacotilla -intervino un índigo comenzando a aparecer su tridente.

- ¡je si yo quiero puedo insultar a una basura como esa!

- ¡no que muy herida por la pérdida de tu hermana!

-maestro piña esa es mi frase también -comento un chico de pelo verde el cual fue atravesado por un cuchillo y un tridente- es un país libre.

- ¡ah Drina no la metas!

- ¡Paren o juro que los congelo a todos! -grito un castaño con su llama encendida mirando a todos, lo cual les aterro por un momento haciéndoles silenciar las discusiones de ambas partes.

-je de tal palo tal astilla -se burló la albina comenzando a ver como una niebla algo espesa comenzaba a formarse en el suelo en aquella sala.

- ¿Niebla? -soltó confundido un azabache guardián de la lluvia para luego dejarse escuchar una risa algo macabra entre la bruma la cual subía cada vez más comenzando a llenar la sala.

La pequeña vongola 2Where stories live. Discover now