Capítulo 1

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Hola mi nombre es Aixa Alejandra pero obvio todos me llaman solo por mi primer nombre Aixa, tengo 21 años y justo ahora me encuentro en la residencia de la universal en la que voy a estudiar, acostada en mi nueva cama y con mi tablet en las piernas escribiendo, pues soy una amante de los libros y de vez en cuando me siento a escribir, nada serio ni profesional, supongo que solo lo hago para pasar el rato o sacar todo lo que llevo dentro, a veces también escribo pues lo que en verdad quisiera que sucediera en mi vida.

Estoy concentrada en lo que estoy haciendo cuando algo hace que desvíe mi vista o mas bien alguien, vaya que chica mas torpe, miro hacia la puerta y justo esta ella tirada en el suelo con todas sus cosas esparcidas por este. Es bastante guapa, digo tez blanca, cabello rubio, ojos verdes, mirada muy inocente y justo ahora puedo ver que esta muy avergonzada, menuda pena acaba de pasar, se pone en pie y puedo asegurar que mide sobre los 1.60cm y también puedo asegurar que tiene un cuerpo de escándalo, que envidia lo que diera yo por un cuerpo como ese. Se agacha y comienza a meter la cosas de nuevo en la caja, cuando ha terminado se pone en pie con la caja en las manos y esta se desfonda por completo, no puedo evitar reír, que mala suerte tiene esta chica, pero es graciosa así que creo la haré mi nueva amiga pues estoy sola así que no tengo las de perder y sin más decido que ya es hora de saludar:

-Hola, supongo que este también es tu cuarto?

-Hola..."se queda como pensativa y pregunta"-también?

- Pues.... "me señalo como dándole a entender que también es el mio y le digo" -obvio, también es el mío.

- Oh si, claro, perdón tienes razón. Oye perdón por el reguero, enseguida lo arreglo todo.

-No te preocupes, tranquila, mas bien........ te ayudo?

-No como crees, no te quiero molestar.

-Si brindo mi ayuda es porque no es molestia.- le tiendo mi mano en forma de presentación :- Mucho gusto, mi nombre es Aixa y soy tu compañera de cuarto así que creo seria buena idea que seamos amigas al fin y al cabo compartiremos el techo por un año entero.

Ella sonríe y me extiende su mano: - Comparto tu idea, mi nombre es Verónica y pues soy tu torpe compañera de cuarto.

-Jaja, sabes, creo que seremos muy buenas amigas, y no te preocupes yo a veces también tengo mis momentos de torpeza.

Nos pusimos a recoger todo y cuando vimos el reloj ya era la hora de cenar, se nos había ido todo el día recogiendo y organizando, me rugían las tripas, ya no aguantaba más del hambre, apenas había probado bocado en todo el día solo la comida que me dieron en el avión.

-Te apetece si vamos a comer, es que tengo mucha hambre no se tú vuelo pero el mio ha sido insoportable y apenas me han dado de comer.

-No vine en avión, vivo acá.

-QUÉ???? Puedo saber entonces que haces en esta residencia de mierda pasando trabajo cuando tienes tu cómoda cama a unos kilómetros de acá????

Sus tripas rugieron y creo que aprovechó esa oportunidad para no contestar a mi pregunta. Porque enseguida me cambió el tema.

-Creo que es muy buena idea el irnos a comer, también muero de hambre.

Habíamos ido a una cafetería que quedaba muy cerca del campus, así que no fue problema llegar hasta ahí, el problema para mi seria regresar, Verónica había recibido una llamada de su mamá y se había ido por lo que estaba sola y sin poder salir pues estaba cayendo un gran diluvio y si salía caminando me iba a empapar así que no quedaba más que esperar.

Justo iba a rellenar mi café cuando al girarme choco con un gran cuerpo y es que como le había dicho antes a Verónica también tengo mis momentos de torpeza, pero vaya, menudo torso, este chico si sabe el significado de la palabra gimnasio.

-Perdón, perdón, perdón. "no sabia que mas decir, que vergüenza, trágame tierra, no sabia donde meter la cara".

-Tranquila no pasa nada. " me contesto como si nada hubiera pasado"

-Como que no pasa nada? He derramado mi café en tu camiseta blanca. Perdóname por favor.

-Hey no pasa nada en serio.

Tenía la voz más dulce que algún día puedas llegar a escuchar, cuando levanto la vista y por primera vez veo su rostro ahí si digo trágame tierra porque tengo que estar muerta o de seguro soñando, me pellizco y nada, o bueno todo que de seguro luego me sale un moretón. En fin sin desviarme del tema, que tengo frente a mi al ser mas hermoso que mi ojos hayan podido ver alguna vez. Debe medir sobre el 1.90cm, piel blanca, pelo negro como el azabache, nariz perfecta, labios totalmente perfectos y besables sobre la tonalidad del rojo y ojos negros a juego con su cabello. Veo como del cuello de su camiseta sale tinta negra, así como si tuviera un tatuaje pero no puedo ver mucho pues lleva una camiseta de manga larga, que pena. Nuestras miradas se quedan conectadas mas tiempo del que debería de ser así que termino avergonzándome y cambio la vista.

-Bueno pues pasar si pasa, pero que seas tan comprensivo lo agradezco.

-Tranquila es solo una camiseta, con tu permiso voy al baño.

Y me quito del medio para que pueda pasar. Creo que ya es suficiente por hoy,necesito pronto llegar a mi cama así que decido bajo la lluvia salir camino a la residencia.

Estoy parada en la estrada de la cafetería cuando siento que hay alguien parado tras de mi así que me giro y ahí está él, viéndome.

-Planeas salir bajo esta agua."pregunta él".

-Bueno resulta que no tengo muchas opciones, así que o es eso o quedarme a dormir acá. "Y sonrío un tanto avergonzada".

-A donde vas?

-A la residencia del campus que esta aquí cerca.

-Estudias ahí??

Con una sonrisa en el rostro le contesto:

-Recién comienzo.

-Pues venga te llevo, mi coche esta aquí al doblar y tengo paraguas. Así no te mojas, ni pegas un resfriado.

Vuelvo a sonreír como una estúpida:

-Muchas gracias.

-Por nada venga camina.

Y la noche solo puede mejorar este chico a parte de ser hermosos también está forrado en dinero, menudo coche, tengo frente a mi un AudiR8 de color negro, lo que diera yo por uno como este, supongo debe ser hijo de una familia muy adinerada, vaya lujo.
Luego de estar en el auto decido romper el silencio con la pregunta mas estúpida que ha podido salir de mi boca:

-Acostumbras a subir extrañas en tu auto?

Sonríe y contesta: - Acostumbras a subirte en autos de extraños?

No puedo evitar sonrojarme por la vergüenza y esconder el rostro con mi cabello, simulo una risa y esta vez es él el que rompe el silencio.

-Perdón, no quería avergonzarte.

-Tranquilo la metiche soy yo.

Sonríe y pregunta:

-Cómo te llamas?

- Aixa, vos?

-Alan, mucho gusto.

No puedo evitar mirarlo a los ojos y sonreír.
Llegamos hasta la residencia y me despido:

-Muchísimas gracias por traerme de no ser por ti hubiera llegado hecha un pollito mojado. Gracias de verdad.

-No te preocupes ha sido un placer. Te veo pronto.

Me bajo del coche y me quedo pensando en la última palabra que ha dicho. Asomo mi cabeza por la ventanilla y le pregunto:

-Pronto?

Sonríe y solo arranca luego de responder con la misma palabra.

-Pronto.

No te enamores de tu hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora