Capítulo 6

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Aixa:

No pensé volver a encontrarme con él en toda la noche, pero ahí está, frente a mi mirándome como si solo estuviéramos él y yo en la habitación.
Estoy debatiendo entre salir corriendo y huir antes de que sea demasiado tarde o quedarme y simplemente disfrutar de lo que me pueda ofrecer la noche. De todos modos lo que pase aquí se queda aquí. Así que me decido por la segunda opción y me vuelvo a acercar a él, solo que esta vez de frente, viéndole la cara, y aprovechando mientra me restriego contra él deslizó mi nariz por su cuello y aspiro de su aroma, ese que se me quedo bien grabado. Mis manos entran al juego y comienzan a deslizarse por todo su cuerpo hasta detenerme en su entrepierna y presionar mi mano contra ella y quiero suponer que es el efecto del alcohol lo que me hace soltar semejante frase, porque me niego a creer que yo sea capas de decir algo así.

- Toda esa dureza es por mi? - digo susurrando en su oído mientras muerdo el lóbulo de su oreja.

- Lo dudas? - dice mientras vuelve a colocar sus manos en mi cadera y me presiona una vez más contra él.

- Pues habrá que hacer algo para calmar esa sed y bajar a nuestro amigo. - digo colocando un beso debajo de su oreja donde se une con el cuello. Parece que esto lo hace romperse por completo.
Toma mi mano y me comienza a arrastras detrás de él, busco con la mirada a Verónica pero no la veo.
Me centro de bueno en el chico que me esta arrastrando escaleras arribas y no me detengo a pensar en lo que estoy a punto de hacer, ya habrá tiempo para lamentarse y llorar mañana, viviré el momento porque esto es lo que ahora me apetece hacer, tenerle entre mis piernas mientras jadeo su nombre.

Luego de seguirle por todo el pasillo llegamos hasta una puerta al final y la abre comprobando que no hay nadie, no ha terminado de cerrar la puerta con pestillo cuando ya tengo su boca asaltando la mía. Esta vez no me quedo boba sino que asalto su boca desde el principio disfrutando del tiempo que vaya a durar esto.

Comienza recorrer sus manos por mi cuerpo buscando el filo de la blusa hasta que lo encuentra y en un segundo ya esta en el suelo el acuna mi rostro con sus manos y vuelve a besarme, pero duro y posesivo nada como antes, esta vez soy yo quien coloca las manos en sus caderas y lo presiono contra mi sintiendo la necesidad de ese roce. Meto mis manos por dentro de su camiseta de manga larga,comienzo a levantarla y con su ayuda logro quitarsela. Volvemos a fundirnos en nuestro beso y el lleva sus manos a mis diminutos pecho, comienza a buscar el broche del sujetador y yo comienzo a ponerme nerviosa no me gusta exponer mis pechos ya que son tan pequeños, el parece notar mi incomodidad y guía sus manos en otra dirección, intenta desabrochar mi falda pero sus dedo le fallan así que lo ayudo, mientras el desabrocha su pantalón y lo baja por completo quedando solo en bóxer pero este también dura poco, se desliza fuera de él y queda totalmente expuesto ante mi, wao!!! es tan grande, me pregunto si soy capaz de meterla completa en mi boca, me le quedo viendo con deseo y quiero intentar probarla, pero parece que esa ahora no es su prioridad. Se vuelve a acercar a mi que por cierto todavía tengo la falda puesta aunque ya la desabroche, pero es el quien la baja, sus manos vuelven a estar recorriendo mi cuerpo, pero todo ha cambiado, la urgencia a dado paso la tranquilidad y el disfrute de cada roce, cada movimiento. Sus manos ahora están más pausadas, aprieta mis senos por encima del sostén y me susurra.

- Para mi eres perfecta, no te avergüences.

Busca mi mirada como esperando que le de la afirmación de que puede terminar de deshacerse de toda mi ropa y hacer conmigo todo lo que quiera.
Le doy una tímida sonrisa y lo vuelvo a besar, espero haber sido bastante clara.
Parece que si porque sus manos vuelven a dirigirse hacia el broche del sujetador y en un simple movimiento lo suelta, desliza las tiras por mi brazos y este se una la pila en el piso.
Comenzamos a caminar hacia la cama y por el camino su mano se dirige al centro de mi deseo, al principio solo me acaricia por encima de la prenda, pero cuando chocamos contra la cama se deshace de esta también. Me dejo caer en la cama y el se posiciona sobre mi, con una mano se apoya para no dejar todo su peso sobre mientras que con la otra acaricia mi muslo derecho, en un momento me prieta mientras frota su erección contra mi humedad y vuelve a a tomar camino con su mano, esta se esta acercando de nuevo a mi vagina hasta que llega a su destino, frota su pulgar sobre mi clítoris, mientras su segundo y tercer dedo se frotan en mi apertura, mientras su pulgar hace círculos en mi clítoris, desliza un dedo dentro de mi. Puedo sentir con se tensa y suelta un pequeño gruñido.

No te enamores de tu hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora