DOPE - Niall Horan

Capitulo 6 #esta no es una pelicula.

Al fin llegamos, no logre convencer a Louis para que nos quedamos en el hospital con su hermana, el muy modesto quiso traerme para que no pasara la noche allí.

Ni bien Louis abrió la puerta Niall prácticamente salto sobre mi.

-¿Qué le hiciste?-le pregunto serio a Louis mientras me abrazaba, tal vez solo tal vez por que mi cara era la de una chica a la que le habían robado, secuestrado, maltratado y matado. Louis lo miró mal.

-Nada que necesitas saber- dijo Louis, me abrazo, ignorando al ojilindo al lado mio, y se dirigió a la que supongo que es su habitación.

-Bien eso fue raro, ¿que paso?-preguntó más serio aun el rubio a mi lado.

-Larga historia, estoy bien, no tendrías que enojarte con el, no la esta pasando bien-dije cansada-y yo tampoco-agregue bajito.

-Esta bien, escuche eso ultimo pero no voy a preguntar....por ahora.¿Vas a comer algo?

-No tengo hambre. Solo necesito dormir.-y no despertarme nunca-

-Ok pero mañana vamos a hablar vos y yo-dijo apuntándome acusadora mente con su dedo índice.

-Como quieras, buenas noches- dije rendida por el cansancio.

4:00 am y no puedo dormir, no se lo que esperaba después de un día tan normal donde tengo que donarle sangre a la hermana de mi hermano del cual desconocía su existencia.

Esta no es la típica película en que la chica va a la cocina en medio de la noche a tomar agua y se encuentra al amor de su vida sentado allí porque tampoco puede dormir, no por que básicamente esta no es una película, pero acá estoy caminando a buscar algún chocolate con el que pueda saciar mi estomago que no para de hacer ruido, con una pizca de esperanza de encontrarme con Niall, no por que piense que es el amor de mi vida, solo me siento terrible por como le hable hoy, el debe de pensar cualquier cosa de mi, aunque eso no me importa con las demás personas no entiendo porque con él si, pero hasta ahora él es mi excepción en todo.

Un chocolate pido nada mas, una de esas barras de calorías y grasas que lo único para lo que sirven es alegrar la vida a la gente en sus días malos o para una gorda como yo. Es imposible que a ninguno de los cinco chicos que viven acá se les ocurra comprar un chocolate, ahora puedo entender como es que tienen esos cuerpos, no deben comer ni una puta caloría y seguramente hay algún tipo de gimnasio en algunas de esas habitación de la casa a las que nunca entre.

¡¡Sii!! Gracias mundo por tanto, en el fondo de la alacena hay un milka más grande el pie de pie grande.

Después de prepararme una chocolatada como a mi en encanta,con el chocolate en la mano fui a sentarme al sillón obteniendo una perfecta vista de la calle poco transitada rodeada de viejos arboles, a los que puedo apostar que no van a tardar mas de dos años en caer sobre esta bellísima casa.

Realmente no se que estoy haciendo, podría abrir esa puerta y correr hasta caer rendida sobre el suelo, podría buscar a alguien que me llevara a la comisaria y denunciar a estos chicos -no amantes del chocolate- por secuestro, pero inconscientemente -o consciente- no quiero salir de acá, no quiero seguir con mi vida como era antes, no quiero volver al infierno que estaba viviendo. Y a veces pienso que no tendría que quejarme de las cosas que están mal en mi vida por que hay quienes la pasan mucho peor, pero simplemente no puedo evitarlo, no puedo evitar sentirme vacía y incompleta por que a mi rompecabeza le faltan algunas piezas.

Las lágrimas son siempre distintas una de la otra porque tienen  significados diferentes, últimamente todas mas lágrimas son de dolor, tristeza y soledad. No puedo recordar la ultima vez que llore por alegría o felicidad, no desde que murió mamá, ella era mi vida y mi alma se fue con ella ese día en que me dejo, que me dejo acá viviendo una vida llena de amarguras y desprecios. Solo necesito que me diga otra vez cuanto me ama, necesito de sus consejos, de sus abrazos y caricias, porque ella me hacia feliz. Por que yo era libre con ella, al irse, a esta mariposa le cortaron las alas.