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Hoy encontré a la chica con la que platicaste la otra vez en el café.

Al parecer le contaste sobre mí, porque sonrió al verme y me pidió que la acompañara a tomar un café.

Era muy hermosa, debo admitir, pero jamás me parecería más hermosa que tú.

Estuvimos charlando un rato y en ese tiempo me enteré de que era tu mejor amiga desde que eran niños.

Que tonto me sentía por haberme puesto celoso de ella.

Pero me dijo algo que hizo que mi cuerpo se tensara.

Ella también tenía bastante tiempo sin verte y estaba muy preocupada.

Letters for a beautiful personDonde viven las historias. Descúbrelo ahora