«Nunca Déjare De Amarte» || Cupcest

«olvidar» (cap. 2)

Oh~
Bonny... Eres hermosa, como una rosa en primavera, dulce como el azúcar y...¿y? ¿Y que más? ¡Eres muchas cosas...! ¿Enserio estoy enamorada de ti? ¿N-no de alguien más? No, no, no, a Mugman, y-ya-ya lo olvide... Eso creo...

-¡ngh! ¡¡eres una tacita...!! ¡¡¡Ah!!!-. Dijo la baronessa, para luego agarrarlo con su bastón de dulces y acercarlo...

Quedando muy cerca en la boca de los dos...

Tengo que sentir esos labios de pastel, ese cuello de caramelo, el cual podría comer... Horas y horas...

¡¡¡ahh!!! ¿¡pórque no te puedo olvidar?! ¡¿Mugman de Lait?!

-ngh, te perdono, pero la próxima ven más temprano-. Dijo la baronessa, mientras soltaba a la pequeña taza

¡¡Oh Mierda!! Perdí mi oportunidad, como te odio, como odio RECORDARTE

-de... D-de seguro, no volverá a pasar mi damisela~-dijo la taza algo sonrojado

-ugh, bueno, ya ve al patio trasero, ahí falta cortar las hiervas...-. Dijo, y se fue a su castillo.

[...]

-abuelo, estoy saliendo...-. Dijo el mayor, Mugman

-solo vuelve temprano... ¿Si?-. Dijo la vieja tetera.

-claro, te veo luego-. Dijo y salio de la casa, con dirección a la laguna.

"la~ lala~ lalala~"

La voz provenía de la laguna, cuando aquel chico la escucho, quedo paralizado, ya sabía de quien era, de la chica que lo tenia en sus pies, ella hacia que Mugman, se sintiera loco de amor...

-oh~ es de CalaMaria-. Dijo este, algo ' ' enamorado' '.

A lo que el, rápidamente fue, corriendo, para ver como su amada cantaba

-oh! Es Mugman!-. Dijo la linda sirena, a lo que atrajo al chico, que estaba tan enamorado

-e-eh M-má-ría, ¿c-como e-es-estas?-.dijo el mayor muy sonrojado y avergonzado de si mismo

-bien...¿y tu, mug's?-.

Primera vez,
Primera vez que me llama "mug's"
Como te amo Cala...

-b-bien, ¡puf! ¡Como siempre con mi hermano ese gruñon...!-.

-¡no lo llames así! Esta en su edad... Ja....ya sabes-. Dijo algo sonriente

-ja, si lo soportaras, ja, bueno, C-cala, t-te-te que-quería decir a-al-algo...-.

-¿mm? ¿Eh? Claro ¿que paso?-.

El mayor Mugman, se arrodilló y empezó a dedicarle un poema que el mismo había escrito con su alma y corazón. A lo que Cala María 'la mujer gigante lo miraba sonrojada y asombrada'

-ah, Mug's, no tengo palabras, yo...

Antes de decir lo siguiente, las nubes se empezaron a formar, una gran tormenta se aproximaba, el y CalaMaria, sabían que no debían perder tiempo y buscar refugio.