Cesur Peri:Jimin (Yoonmin)

UNO

Jimin

Junio 1611

Fue en un día de verano que me arrebataron de los brazos de mi madre, hacia un sol estupendo mientras descansaba a su lado, recuerdo el ruido sordo de algo caer después solo oí nada más que gritos de las sirvientas, no fue mucho tiempo hasta que frente a nosotros estaban hombres grandes de extraños ropajes.

—Tomen a la chica y al niño serán excelentes esclavos—Exclamo uno de ellos el que era aparentemente el líder recuerdo a mi madre aferrándose a mi hermana y a mí, llorando mientras suplicaba por favor que no nos llevaran, nada sirvió un solo golpe basto para que mi madre cayera inconsciente, esa fue la última vez que la vi, mi amada madre espero que donde te encuentres estés bien.

Mi hermana y yo fuimos comprados por un señor rico de Estambul poco tiempo después fuimos dados como un regalo al Sultán, en poco menos de dos semanas dejamos de ser niños nobles de Italia para ser parte del gran Harem del Sultán Yoongi.

2 meses después

—Jimin coloca eso ahí y acomoda mis ropas, con cuidado que el Sultán mismo me los ha enviado o los vayas a arruinar—.Fue la orden de mi hermana Sunhee.

—Si señorita—

Han pasado dos meses desde que fui capturado y en el último mes mi hermana fue enviada al Sultán para pasar la noche a lado del Sultán, se ha convertido en una de las favoritas, se convirtió en mi superior. A lo largo de todo este tiempo he aprendido múltiples cosas entre ellas la danza que se me ha dado bien, cada mañana sin falta nos llevan a mí y a las demás a estudiar con profesores que nos enseñan todo lo que hay que saber del palacio y su cultura.

— ¡Jimin con más cuidado! ¡No me hagas castigarte! —el grito de mi hermana me sobresalta, como mi superior tiene el derecho de "disciplinarme" .Mi hermana se ha convertido en alguien arrogante al ser considerada favorita nos mira a todos con superioridad ya que está segura de que pronto será la esposa de nuestro señor, el Sultán Yoongi.

—Tu destino será servirme Jimin pero no te preocupes te tratare bien pero nunca olvides que la Sultana seré yo así que merezco tu respeto, estas por debajo de mí no lo olvides—

—Si Sunhee lo entiendo—respondí de forma sumisa.

—Empieza a llamarme señorita o majestad, no eres mi igual Jimin yo seré Sultana y tu mi sirviente—

Esa fue una de las tantas conversaciones que mantuve con mi hermana, si bien me molestaba su actitud al menos yo tenía "suerte" a comparación de otros mi hermana castigaba por igual a hombre y mujeres si es que no hacían lo que ordenaba, yo era su sirviente por lo tanto era mejor tratado, aun si ella no era una sultana de verdad y solo fuera una concubina más como todos nosotros, al fin y al cabo era una esclava al igual que cada doncel y doncella del harem del Sultán.

Por la puerta entra el encargado del harem un eunuco de carácter fuerte su nombre era Minho nos trataba a todos de forma dura aunque era divertido cuando tenía un par de copas de más.

—Señorita Sunhee el Sultán la ha llamado esta noche acompáñame para la debida preparación—informo el con una sonrisa ladina casi picara.

—Por supuesto, debo verme hermosa para mi señor—dijo ella con aire petulante—Jimin ordena todo y ten cuidado si no veré que te castiguen—amenazo antes de abandonar la habitación.

—No entiendo cómo te puede tratar ¡Eres su hermano! —exclamo Seulgi otra sirvienta y mi amiga del harem.

—Soy un sirviente y ella una favorita Seulgi debo obedecer—es mi escueta respuesta mientras sigo acomodando los vestidos dentro del mueble.

—Hay Sultanas que consideran familia a los sirvientes aun si estos no comparten lazos con ellos—contesta ella de forma dura—El Sultán mismo tenía un esclavo al que consideraba su hermano y ahora es el gran visir. Si el Sultán puede tratar así a un esclavo ¿Sunhee no puede tratarte mejor siendo tu su hermano?—

—No lo sé Seulgi, deja de cuestionar que puede volver Sunhee y oírte—.repetí

A lo lejos oí campanadas indicando que era hora de la comida, como cada día nos reuníamos en las instalaciones del harem que solo consistían en colchones alineados en filas para cada señorita y joven parte de este, si no eras favorito no tenías derecho a una habitación. Me senté en el suelo y comencé a beber el jugo que nos llevaban a todos más unos cuantos bocadillos la comida "pesada" solo se servía por la noche mientras solo comíamos jugo y bocadillos que eran enviados desde la cocina, desde mi lugar podía oír la música que mis compañeras tocaban para todos de alguna manera los miembros del harem se encargaban de divertirse siempre buscando la forma de olvidar que solo esperábamos un llamado por parte de nuestro Sultán o en todo caso de alguno de sus allegados, ninguna de las favoritas fue seleccionada por el la mayoría solo eran presentes por parte de su madre o el Visir.

A menudo me preguntaba cual será mi destino aquí ¿Solo me quedaría ser sirviente de mi hermana? Aquella a la que me amaba aun si ella no lo hacía. Me hubiera gustado vivir de distinta forma tal vez para este momento estaría en Italia junto a mi madre viendo el atardecer mientras canto solo para ella o tal vez en algún muy buen caso yo estaría ya casado con algún noble. Tengo que dejar de soñar con posibilidades y vivir mi realidad ya no soy más Park Jimin el hijo de un acaudalado noble como es mi padre Jisub ahora soy solo un sirviente más dentro del gran palacio aun si cada día me siento marchitar.

—Mira ahí viene Sunhee al parecer algo paso—susurro una de las concubinas a mi lado.

Mi hermana lucia realmente molesta razón por la que ninguno se molestó en acercarse creo que Minho venia explicándole algo o al menos eso parecía.

—Señorita usted debe entender que si la sultana lo está usando usted debe esperar aún queda suficiente tiempo para su cita con el Sultán— es lo que alcance a escuchar.

— ¡El gran Sultán Khan Yoongi! —rápidamente todos nos colocamos en filas quedando yo a lado de mi hermana todos con cabeza gacha y manos hacia el frente.

Escucho los pasos fuertes que da más de una persona seguramente el Sultán y sus guardias recorren la mitad del pasillo cuando los escucho detenerse, siento sus miradas pero confió en que son para mi hermana hasta que escucho una voz profunda y ronca.

—Levanta la cabeza—dice—No tu mujer si no el muchacho a tu lado de pelo color claro—describe es ahí que entiendo que se trata de mi levanto la cabeza rápidamente topándome por segundos con unos ojos oscuros con forma felina antes de volver a bajar la cabeza. —Preparen a este muchacho y llévenlo a mis aposentos esta noche—declara sorprendiéndome siento a mi hermana tensarse a mi lado.

—Si mi Sultán—dice Minho.

Y ese solo fue el comienzo.