Capitulo 5

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Seulgi llego al jardín trasero como todos los días de lunes a viernes, la azabache como siempre ya se encontraba ahí recostada en pasto y las hojas que habían cambiado de color por el otoño que estaba terminando, se acerco a ella a pasos suaves y lentos para que la vampiresa no se diera cuenta de su presencia, aunque sabia que Joohyun ya había leído su mente.

La pelirroja se puso de cuclillas cuando ya se encontraba cerca de la azabache, coloco sus manos en el suelo para no perder el equilibrio y acerco sus labios a los de la chica de tez pálida dándole un suave, pero cálido beso; Joohyun abrió los ojos mientras movía sus labios correspondiendo el beso de Seulgi con una sonrisa.

—¿Por qué te gusta besarme? — La pelirroja guardo silencio para no responder a esa pregunta mientras observaba los ojos de la azabache, ojos en los que se perdía cada que los veía, ojos que parecían un laberinto sin salida— te dije que no pienses en nada cuando estés cerca de mí, pero lo estás haciendo... se lo que quieres

—Si sabes lo que quiero ¿Por qué no me los estas dando? — hablo prepotente, sabia que de esa manera podía sacar de quicio la vampira, era divertido cuando lo hacía.

Y como todas la veces que Seulgi usaba sus pensamientos para incitar a Joohyun desde ese día, ella lo logro. En cuestión de segundos Seulgi ya se encontraba recostada en el suelo con la azabache arriba de ella y sus colmillos en su cuello mientras soltaba algunos gemidos cada que succionaba su sangre y como ya era costumbre ella la besaba después de eso.

—¿Por qué te gusto? — pronuncio la azabache cuando la pelirroja abandono sus labios— ¿y por qué quieres que te toque?

El rostro de Seulgi se fue tornando en color carmesí, rápidamente empujó a la azabache para quitársela de encima y que no viera su rostro—Yo no quiero eso

—Puedo leer...

—Sí, lo se puedes leer mi mente ya lo sé— Seulgi se puso de pie dándose la vuelta ignorando a Joohyun mientras trataba de tranquilizar su eufórico corazón que lo único quería era sentir los labios y la piel de la azabache.

Joohyun tomo su mano para detenerla y darle la vuelta y fue ella quien decidió romper la distancia entre ellas, eliminando los pocos centímetros que separaban su boca de la de Seulgi. Porque ya no podía resistir esa cercanía eléctrica que, a pesar de ser mínima, se sentía abismal. No había sido capaz de aceptarlo hasta ese preciso momento, pero había estado deseosa de besarla desde hace mucho, quería ser ella quien la besara por primera vez, y ahora que era consciente de ello no hubiera sido capaz de detenerse incluso si hubiera querido. Pero lo cierto era que no quería deternerse.

Sentía tantas cosas que era imposible distinguir solo una y, a la vez, eran todas tan intensas que fue como encontrarse en medio del océano y se dejara arrastrar por la marea. Aterrador, muy aterrador, pero liberal.

Luego de que Joohyun estirara su mano para acunar en ella el rostro de Seulgi, acariciando con suavidad su mejilla antes de deslizar sus dedos detrás de su cuello, con una mezcla perfecta entre fuerza y delicadeza, atrayéndola todavía más cerca al momento de unir sus labios. Y en ese momento, la inocencia quedó atrás. El beso era hambriento y desesperado, y en cuanto sus lenguas se tocaron, ninguna de las dos pudo frenar el gemido que salió desde lo más profundo de sus cuerpos.

Joohyun pego a Seulgi al árbol, pero a Seulgi no le era suficiente, incluso cuando era casi imposible que estuvieran más cerca, necesitaba más. Mucho más. Tomó el cuello de la camisa de Joohyun en un intento desesperado de buscar más contacto. Aprovechando el movimiento, la pelirroja llevó su mano libre a la cintura de la vampira, mientras su cuerpo iba resbalando y quedaba sentada en el suelo e incitaba a la azabache a sentarse a horcajadas sobre ella. Y Joohyun no lo dudo, en segundos estaba sobre Seulgi, con una pierna a cada lado de su cuerpo, sin dejar de besarse desenfrenadamente.

Descendants Vampires / SeulreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora