Mi nombre es Scarlett,y quiero confesar que soy una asesina. Todo esto por culpa del odio y el rencor,soy una adolescente que durante varios años ha vivido sumida en el infierno de el alcohol y las drogas,pero mis papás no lo sabían. La historia de mi instinto de asesina empezó cuando mis padres se separaron,por culpa de que la vecina chismosa la cual estaba enamorada de mi padre,y buscaba cualquier excusa para hacerlos pelear. Pero lo más grave llegó cuando ella le dijo a mi padre que mi madre le había sido infiel,y reforzó su hipótesis diciéndole lo siguiente a mi padre:“cuando en las mañanas tú te vayas a trabajar,saca una excusa para no ir a aquel lugar,ve al lugar de tu hogar, allí encontrarás a los amantes recostados y desnudos en su lecho de amor” .Cosa que mi padre obedeció. Sorpresa tan inmensa que se llevó cuando encontró a su esposa dormida junto a su nuevo amor. Mi padre,quien horrorizado observó a su amada postrándo su cariño a otro hombre, se fue con su alma ahogada en la coléra y el despecho. La noche de aquel extraño día mi padre llegó tarde a casa,sus prendas oliendo a licor y con unos ojos que parecieran haber perdido su humanidad,su alma y también pareciesen haberse entregado a la incertidumbre del infierno y la psicopatía. Esa noche el decidió dormir en el sillón de la sala,yo noté de forma temprana que mi padre cambio con mi madre,está última perdió confianza,se sentía amenazada,todas las noches cerraba su habitación con llave,a través de mi ventana vi a mi padre mirando a mi madre mientras ella colgaba la ropa, cuando cocinaba,mi madre no pudo notar que su esposo la observaba con amargura y odio. Aquel horroroso sentimiento de odio fue en aumento hasta llegar al punto de un sentimiento asesino,cruel y vengativo. Entre la tentación de uno de esos sentimientos,mi padre se alió con el mismísimo Lucifer en un acto que le horrorisaria el resto de sus días.
El plan que mi padre había planeado para hacer sufrir a mamá consistía en su muerte,parecía un poco extremo,pero para papá y su rencor ya no tenían límites.
Mi padre planeaba muy cuidadosamente la muerte de mi madre,y llegó a el plan que le quitaría la humanidad. La noche del horroroso suceso mi padre fue a mi habitación y me dijo:“buenas noches hija,espero que duermas tranquila. Mañana tu madre no estará en casa,pues tiene una reunión familiar”, después de decir esto salió de mi habitación y la cerro con llave...
