Deben de ser impresiones mías, sí... Eso es imposible con alguien como Luffy. Soy su mejor amigo desde que comenzamos la Primaria, por lo que está sensación que tengo no tiene sentido. ¿Cómo me dejaría de lado mi mejor subordinado luchando contra las fechorías de la escuela?
Recuerdo la primera vez que nos cruzamos, lo inocente y despistado que estaba tras llegar a la ciudad. Como era de una zona rural perdida en quién sabe dónde todo le resultaba nuevo y fascinante, perdiéndose constantemente. En medio de aquel caos emocional nos cruzamos por primera vez. Yo esperaba a Sanji a la puerta del colegio para no sentirme solo al inicio de mi tiempo allí. Como me llevaba un año, él podría ayudarme con todo. Y ahí apareció Luffy, con su mochila rebosando comida, las rodillas raspadas y la sonrisa más brillante del mundo. Me preguntó si esa era su escuela y tuve que llevarlo a la fuerza a la enfermería porque me daba miedo que sangrasen tanto sus heridas. Así nació nuestra amistad.
Casi han pasado diez años de ese momento y nunca nos hemos separado tanto. Entonces, ¿por qué, Luffy? ¿Por qué no me puedes tratar como siempre?
Sé que ahora tiene novia y está intentando estudiar más en sesiones de estudio en las que lo obliga a estar, pero ella parece todo su mundo y yo un recuerdo del pasado. Lo veo en clase, en los intercambios y en las prácticas de fútbol, pero rara vez quedamos a tomar algo, a pasear por la ciudad, a explorar el mundo como antes. En estos meses sus visitas son más espaciadas y sus menciones a sus otros amigos más reiteradas. Al principio solo hablaba de unos amigos de la infancia que habían llegado a la ciudad y con los que podía reencontrarse por fin, pero no esperaba que se enamorase de una de ellos.
Que me contase anécdotas con ellos no me afectaba, pero cuando comencé a notar aquel brillo en sus ojos… Él no habla de sus “amigos de la infancia” como habla de Sanji o de mí o de cualquiera de nuestro grupo. Le gusta esa tal Nami como nunca le ha interesado nadie. De hecho, me los he cruzado una vez saliendo del cine los dos solos, tomados de la mano y bromeando entre ellos con aquel tono infantil que siempre deja el primer amor. Luffy enamorado. No sabía que existía algo semejante, pero definitivamente no me gusta. Él no sabe centrarse en dos personas al mismo tiempo, por lo visto. Ahora se desvive por ella y sus amigos quedamos en segundo plano… Jinbei me habló una noche sobre algo de este estilo. Yo aún no sé mucho porque estoy en mi último año de preparatoria, pero él, que ya lleva dos años en la universidad, me contó que al final de este periodo se produce un cambio, una decisión. Escogemos quiénes somos de verdad, a quién queremos a nuestro lado y qué futuro nos conviene. Definimos por fin nuestra personalidad, por lo menos lo suficiente para poder orientarnos al salir al mundo exterior. ¿Todo eso quería decir que Luffy nos iba a dejar de lado? Jinbei es de las últimas personas que desconfiaría de él; no creo que lo comentase con mala intención si lo quiere casi tanto como me quiere a mí.
¿Pero entonces qué? ¿Somos nosotros los que hemos cambiado? No lo creo si nadie más se dio cuenta. ¿La emoción del reencuentro y los viejos recuerdos nublan su vista del presente? Lleva demasiados meses así para ser eso. ¿Quiere ser un niño para siempre? Eso es indudable, pero con nosotros sigue siéndolo.
Y no es que no le haya dicho nada del tema. Ya le he preguntado si no nota que pasa más tiempo con ella que conmigo o los demás, pero sus respuestas son tan simples y enigmáticas como siempre: «Estuvimos juntos toda la vida, así que aprovecharé cualquier ocasión para volver a estarlo». Obviamente no se refería a nuestro grupo de amigos sino a aquellos intrusos. ¿Quizá le meten ideas raras en la cabeza y por eso no vuelve? Ni lo sé ni lo quiero creer. ¿Pero entonces qué debo interpretar de aquello? ¿Era una sentencia de muerte para el gran dúo de Usopp y Luffy? No, no… Si solo hago pensar en ello acabaré llorando como la última vez que lo consideré una posibilidad.
Luffy puede estar ciego por amor, pero nunca abandona a nadie. Pero tampoco quiero que se aleje tanto, que no comparta unas risas con nosotros como hace siempre, que esté perdido con esa muchacha de la que solo escucho cosas horribles. ¿No está demasiado espabilada para un alma inocente como la de Luffy? Quién diría que tienen la misma edad…
Ni siquiera son una pareja que alcance a comprender, donde una es una bestia enfurecida y otro es un niño juguetón. ¿Cómo pueden no matarse? Ni lo sé ni quiero saberlo. Al final todo esto solo serán celos sin sentido y mi mejor amigo volverá como siempre al karaoke de enfrente de mi casa. Sí; todo esto solo son delirios de una paranoia temporal. Todo regresará a su cauce pronto.
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Los tres de siempre; ZoLu/LuNa/Zonami
FanfictionEllos habían crecido en el mismo pueblo, en casas contiguas y familias con una gran amistad entre ellas de años y años. Como en una herencia de todo aquello, Luffy, Zoro y Nami se convirtieron en los mejores amigos. Y ni el tiempo ni las distancia p...