Revenge. (Ruined Heart)

Capítulo trece.

Dedicado con todo mi amor a @Zayncigarette que me ha dicho lo mucho que ama mi historia y eso me hizo la más feliz. Espero que te guste ♡ 

Malditas sean las últimas semanas de trabajos para la escuela. Malditas sean. Malditas las enormes guías de estudio para los exámenes finales. Ugh. Malditos los exámenes finales y la gente alrededor.

Niall estaba frustrado. Frustrado realmente, porque como ya lo había mencionado, el mes de Abril era de los más difíciles en la escuela, sobre todo a finales y para los de último año. No había podido ver a Zayn toda la semana porque realmente tenía que estudiar para los exámenes que comenzaban en Mayo, y además, todavía no le llegaba la carta de aceptación a Standford.

Claro, otras 6 universidades le mandaron la carta de aceptación casi inmediatamente después de que  enviara la solicitud, pero Niall no quería otra universidad. Aunque, bueno, si no había otra opción entonces escogería la universidad de Nueva York, aunque alejarse de Zayn no estaba en sus planes…

¿Lo ven? Todo era complicado.

Niall caminó con sus pensamientos revueltos y sus libros en los brazos hacia su siguiente clase. Miró alrededor dentro de su salón y se dio cuenta que todos sus compañeros se veían más que demacrados. Ojeras, lagañas, algunos se veían incluso más delgados, otros habían subido de peso, labios secos, pálidos y con cara de querer morir justo en ese momento. No los juzgaba, porque sabía que probablemente él se veía igual. Suspiró nuevamente y se fijó en la mesa en la cual estaba sentado Louis con la cara entre las manos. Caminó hacia su mejor amigo y se sentó a su lado, dejando caer los libros justo en frente de él, haciendo que Louis diera un pequeño respingo por la impresión.

“Idiota, ¿no ves que tengo migraña?” se quejó el castaño hacia Niall

“Claro, Louis, porque puedo ver exactamente lo que está pasando adentro de ti.” Se miraron con odio por un par de segundos y luego los dos, al mismo tiempo soltaron un suspiro y dejaron caer sus cabezas a la mesa. “Lo siento,” murmuraron al mismo tiempo y sonrieron débilmente. Realmente la escuela les jodía la vida. “¿Nada aún?” preguntó Niall esperanzado de que tal vez a Louis le había llegado ya la carta de Standford. Louis negó con la cabeza y se encogió de hombros.

“Nada absolutamente. Nada.” Se mordió el labio y miró al profesor entrando por la puerta. “Niall, creo que ya es un poco tarde, ¿no?, es decir, a todos ya les llegó la carta de alguna universidad. No nos aceptaron.”

“Sabes, esta vez, creo que tienes razón” Niall hizo una mueca “No es normal que se tarden tanto en llegar…” Ambos suspiraron y dirigieron sus miradas hacia el frente de la clase, pretendiendo poner atención. “Pensé que lo lograríamos, Lou… Esto apesta.”

“Lo sé… Pero por lo menos nos aceptaron a los dos en Nueva York.” Dijo resignado y Niall asintió.

La clase pasó lenta y dolorosamente, Niall solamente podía escuchar los gemidos de frustración de todo su salón cuando el profesor no dejaba de hablar sobre su examen y ‘lo difícil que estaría’. Ambos salieron del salón y se despidieron con una simple mirada. Tenían clases separadas.

Niall caminó hacia su casillero con pereza y pensando seriamente en pagarle a alguien para que lo atropellara y no tuviera que pasar por los horribles exámenes finales. Después ese pensamiento se le esfumó al llegar a su casillero, abrirlo y encontrarse con una foto de Zayn y él juntos en la feria. Sonrió, guardó sus libros y dio un ligero respingo cuando escuchó a alguien aclararse la garganta detrás de él.

“¿Tu eres Niall?” preguntó la chica con cabello ondulado y ojos grises. Niall asintió y entrecerró los ojos para intentar reconocerla. Carla Smith, la directora del anuario y la capitana de las porristas. Era preciosa, piel clara, ojos grises, cabello largo, castaño y ondulado, cuerpo que cualquier mujer de 18 años mataría por tener, inteligente, la preferida de todos los maestros y además, atlética. Era de esas personas que te hacían sonreír simplemente con mirarte, esas personas honestas y que no necesitaban llamar la atención.