Revenge. (Ruined Heart)

Capítulo siete.

"¡Vuelve aquí!" Gritó Zayn recuperando su aliento tirado en su cama. Digamos que Niall lo había atacado por la espalda con una guerra de cosquillas, haciendo que Zayn cayera al suelo con un fabuloso estruendo. Niall había soltado una risa sonora y entonces Zayn lo había levantado cual costal de papas y lo había aventado a su cama, donde le devolvío la dosis de cosquillas, pero no duró mucho, porque Niall se giró sobre él y siguió con lo que había empezado. Después, riendo, había salido corriendo hacia alguna parte de la casa de Zayn y entonces Zayn se encontraba sonriente en su cama y también algo fastidiado.

"Niall, vas a pagar esto." advirtió aún riendo un poco y levantándose sigilosamente de su cama, caminando de puntas para que Niall no se diera cuenta de que lo estaba buscando. "Voy a pagar, si me encuentras." gritó Niall escondido en alguna parte y Zayn levantó una ceja, escuchando con atención.

Y entonces lo encontró, parado justo detrás de la puerta del baño de sus hermanas, y sonrió porque supo que había ganado. Justo ese baño, tenía dos puertas... 

Zayn se encaminó silenciosamente hacia el cuarto de televisión y empujó ligeramente la puerta, sonriendo al encontrarse a Niall de espaldas intentando suprimir su risa y mirando por una pequeña apertura entre la otra puerta y la pared. Zayn se acercó lo más silencioso que pudo y cuando estuvo lo suficientemente cerca... "Boo" susurró en el oído de Niall y éste dio un pequeño brinco seguido por un gritito. "Dios mío, Zayn. Casi me muero del-" fue interrumpido por otro ataque de los dedos de Zayn en sus costillas. Soltó una carcajada y se retorcio entre los tatuados brazos de su novio. 

Zayn bajó las manos lentamente, aún con las cosquillas y después se detuvo, pero sus manos siguieron bajando y sus risas fueron disminuyendo. Bajó completamente las manos, con ambas abarcando el trasero de Niall por sobre de sus pantalones y de un momento a otro, lo subió, haciendo que Niall soltara un jadeo mientras enredaba sus piernas en la cadera de Zayn.

El moreno no perdió más tiempo y rápidamente sus labios se pegaron con algo de furia, a los del rubio. Niall quiso tocar de alguna manera a Zayn, pero Zayn fue más rápido y con solamente una mano sostuvo las dos manos de Niall arriba de su cabeza, contra la puerta de cristal de la regadera, logrando que Niall soltara un gemido involuntario y se acercara un poco más a Zayn, aunque era fisicamente imposible. Zayn no dejaba que Niall lo tocara, y no sabía exactamente porque. Es decir, dejaba que lo besara y que lo abrazara, pero en momentos de éste tipo, no podía permitirlo. Pareciera como si el tacto de Niall en su piel le quemara y le hiciera retorcerse en culpa... Por eso prefería dominarlo y no dejar que le tocara ni el cabello, y al parecer a Niall eso le gustaba, entonces todo estaba bien.

En silencio y aún besandose desenfrenadamente, Zayn caminó con Niall sobre él hacia el cuarto más cercano, el cuarto de sus hermanas. Niall no protestó ni un poco y dejó que Zayn lo acostara ligeramente en una de las camas con cobertor rosa pastel. Zayn puso una pierna a cada lado de la cadera de Niall y con una mano arriba, sosteniendo todavía las dos de Niall, comenzó a besar y morder la quijada de éste, mientras su otra mano acariciaba un lado del torso del rubio. 

Niall se moría por tocarlo, por sentirlo, pero simplemente se había acostumbrado a que Zayn no le permitiera eso. Llevaban ya un poco más de dos meses juntos, Zayn ya conocía a la familia de Niall y viceversa, era adorable, si me lo preguntan. No habían peleado ni una sola vez durante todo ese tiempo y si cualquier persona los veía en la calle, no dudaría ni un segundo de que eran una pareja completamente enamorada. Lo malo, es que no tenían razón, pues Zayn estaba completamente seguro de que no sentía nada absolutamente por el rubio. Claro, le gustaba pasar tiempo con él, porque podía besarlo y a veces comer gratis, pero nada más. Y para Niall era todo lo contrario, Niall miraba con adoración a Zayn, se enorgullecía de salir con él con sus manos entrelazadas y presumirlo por las calles. Hasta su abuela sabía del moreno que traía loco a su nieto.