Es díficil despedirse, más aún sino sabes cuando será el reencuentro, no le tengo miedo a la muerte, es parte de la vida y a ésta la amo en su totalidad.
El ciclo de la vida es continuo y a su vez el tiempo, pero no logras identificarlo con la neblina de los días, ni por tan continuo que sea se te eclipsa la actualidad, olvidas rotundamente todo ,sólo para recordar cosas que te han marcado y momentos sublimes que atesoras dentro de ti.
No soporto verte débil, no estoy hecho para esto.. No puedo aceptar la idea de verte partir y que cada semana que pasa me voy con incertidumbre en mi pecho respecto a tu estadía terrenal.
Es cierto que nadie está preparado para ello, eso lo sé, sería raro estarlo, tal vez inhumano y fuera de la razón de un ser empático y que ama. Es posible que haya un porcentaje de personas a las cuales no les importe en absoluto esto, puede ser por sus reflexiones al respecto, el alma descansa y el espíritu se va con el cuerpo. Se avecina el descanso eterno y no hay que ser egoísta al respecto.
Patrañas, por más reflexivo que seas, por más meditaciones que hagas, este momento inexplicable no sana de inmediato ni con muchos llantos, sólo con tiempo.
