En un bosque una joven la cual se había perdido se encontró con un extraño chico el cual se presentó con el nombre de "Kaji", la joven se presentó, "Isabel", ella se percató que el nombre de el joven ya lo conocía pero no recordaba de donde, el joven Kaji se ofreció a darle refugio dado que la noche ya había llegado por lo cual era peligroso continuar en el espeso y obscuro bosque. Isabel se dio cuenta que en el camino a la casa de Kaji muchos árboles estaban destruidos y quemados por lo cual le hizo varias preguntas.
-¿Por qué muchos árboles están destruidos y quemados?- Al fin ella soltó su curiosidad.
-Es por mi entrenamiento.- Contestó sin darle mucha importancia.
-¿Eres mago?- Continuó cuestionando.
-No, soy un Dragón y soy el guardián de este bosque.- Agregó mirándola de reojo.
-¡Espera! ¡¿Que dijiste?!- Exclamó ella con sorpresa.
-Se supone que no lo debía decirlo.- El joven rió un poco y la miró.- Bueno ya lo sabes, espero que no te asuste.
En ese momento Isabel recordó que en su pueblo se cuenta una historia a los niños de que en la profundidad de el bosque una familia de dragones vivía y les conocían como "Los Dragones Guardianes".
-Acaso tu... ¿Eres parte de la familia de Los Dragones guardianes?- La mujer se notaba emocionada.
-Si, solo que soy el único que queda dado que mis padres fueron llamados por el dios dragón.- Explica el con algo de melancolía.
-Ya veo...
Al llegar a la casa de Kaji el invitó a Isabel a pasar a su casa a cenar, ella aceptó, para matar el tiempo de la noche empezaron a hablar, Isabel se empezó a enamorar de el joven Kaji, pero lo que ella no sabía es que él también se había enamorado de ella.
Isabel y Kaji empezaron a salir desde ese entonces, pasaron años y se casaron, para después tener a un hijo al cual llamaron "Edward".
Profundidad de el bosque de Tempest
8 años después
Cuando Edward era ya un poco mayor, en un dia muy tranquilo se encontraban Edward y su familia comiendo en casa, la misma que estaba en lo profundo del bosque...
-¡Kaji, Edward la comida ya está lista!- Aviso Isabel desde casa.
-Vamos papá quiero seguir entrenando.- El niño quería continuar a pesar de que escuchó a su madre.
-Perdón pero ya sabes cómo se pone tu madre cuando no le hacemos caso.- Le dio unos pequeños empujones a su hijo para que se moviera.
-Esta bien tienes razón la última vez me dejó todo un día sin comer.- Añadió y empezó a moverse a la casa.
Pero algo muy malo iba a pasar y la vida de Edward estaba por cambiar. Cuando la familia se encontraba comiendo de pronto se escuchó un fuerte rugido que alertó a la familia, pero Kaji... el ya conocía ese rugido y le pidió a Isabel y a Edward que se refugiaron mientras él hablaba con la inesperada visita.
-Ohm... ¿Que lo trae por aquí mi dios?- Preguntó Kaji
-Sabes a lo que vengo, que esto sea rápido por favor.- La simpleza y frialdad de el dragón daba miedo.
-Por favor, debe de haber otra manera de arreglar esto, el no merece morir.- Kaji temía.
-Tu padre era un buen amigo mío, pero lo que tu hiciste no tiene perdón, rompiste una de mis reglas... Te daré una oportunidad.- Dijo el dragón.
-Aceptare hacer cualquier cosa solo no le hagas daño a mi familia.- El estaba seguro de lo que decía.
-Tendremos una batalla si tu ganas no le haré daño a tu familia y los dejare en paz, sin embargo, si yo gano asesinare a toda tu familia.
-Es-esta bien... espero que cumplas tu palabra.
Inició una ardua batalla entre Kaji y Kamagon, todo iba bien, Kaji parecía que saldría vencedor, pero él no sabía que Kamagon desbordaba ira, tenía mucho odio dentro de el, realmente venía a asesinarlo junto a su familia dado que siempre temió que Kaji fuese más fuerte, sabía que un día le quitaria su trono. El dios ve a Isabel y a Edward dentro de su casa y con toda su maldad preparó un fuerte poder para asesinarlos, Kaji no se podía quedar de brazos cruzados y se interpuso... El termino falleciendo mientras que su familia lo contemplaba todo desde la casa.
Kamagon preparó otro ataque, y lo lanzó hacia la casa nuevamente, Isabel debía proteger a Edward y lo empujo lo mas lejos posible de la trayectoria de aquel rayo obscuro de Kamagon, pero corrió con la misma suerte que su amado y falleció debido al poder destructivo de ese rayo.
Pero Kamagon sintió un aura muy poderosa, causaba temor, se dio que cuenta de que Edward era la fuente de aquella aura. Edward sufrió de una transformación que le otorgó un enorme poder, le empezaron a salir escamas, alas de dragón, cuernos, él perdió el control debido a la ira y atacó a Kamgon, aunque solo logró arrancarle un colmillo, el dios dragón se vio en la necesidad de escapar pues se encontraba bastante herido ya.
Tempest
Año 1
En el pueblo de Tempest se cuenta una nueva leyenda de un matadragones que es el nuevo guardián del bosque y que de vez en cuando el va al pueblo a conseguir comida, es muy querido por los habitantes dado que saben su historia y el fue criado en ese pueblo desde el fallecimiento de sus padres.
Edward entra al pueblo de una manera tranquila y rápidamente le saluda la gente.
-Señor Edward, señor Edward ¿Usted nos salvará de cualquier mal?- Le preguntó un niño que se había acercado corriendo a el.
-Claro, cuenta con eso amiguito.- Respondió Edward.
-Joven Edward, recuerde que aún me debe dinero.- Un hombre dueño de una panadería le miraba fijamente.
-S-si, si, no lo olvido señor, pronto le pagare.- Edward respondió con nerviosismo y evitó mirarlo.
Edward se percató de un volante, lo miro atentamente, convocaba a distintas personas para resolver una crisis en "Moros" lo cual a Edward le llamó la atención y decidió a asistir, el preparó su arma, una daga mágica capaz de mejorar sus cualidades y transformarse de daga a espada cuando el decida, echa con un colmillo de Dios dragón, provisiones y así de simple se embarcó hacia Moros para ayudar a resolver ese problema.
Cuando llegó al lugar de la convocatoria, miro a la gran cantidad de aventureros, distintas clases de seres, Humanos, Espíritus, Magos, Demonios renegados,Semi-humanos, todos unidos para la misma causa.
