15

5 0 0
                                    

Querido bilingüe,

Hoy me he puesto a tocar el piano y te has vuelto a sentar a mi lado en el taburete.

Parece mentira, pero esa sillita no es muy grande y cabemos los dos.

Al sentarte, has mirado como mis dedos se deslizaban por el teclado mientras tocaba una melodía.

Al darme cuenta de eso, he empezado a enseñarte aquella melodía mientras yo tocaba el acompañamiento.

Al principio te ha costado bastante, pero poco a poco lo has ido pillando y hemos podido tocar la canción entera juntos.

Al terminarla, has sonreído y, por la emoción, me has abrazado al mismo tiempo en el que me has dado un beso largo.

Cautivada por tus sentimientos,

La chica de los cascos.

Querido Bilingüe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora