Tres

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Creo que me estaba entusiasmado al hablar con Sabrina tan seguido, tal vez ella lo hacía porque  ambas representamos nuestros cursos y entre clases era nuestro deber, pero aquí ninguna tenía muchos amigos aunque yo fuera relativamente popular y además me gustaba su compañía más de lo que quería.

Era tierna, halagadora y era una cualidad que me gustaba en las mujeres, en especial porque me hacía sentir como si fuera un sol y ella un mundo que giraba a mil alrededor.

Aunque ser dependiente de la felicidad que nos causa una persona nos vuelve vulnerables a su pronta ausencia, causando daños al corazón.

"Me gusta cuando simulas no verme"- Dijo por un mensaje de texto.

Solía levantar la mirada por encima de mi hombro en la mesa que me sentaba con mis amigos y ver a los alrededores, pero ahora solo la levantaba la miraba a ella y le sonreía. Ella lo notaba y le guiñaba el ojo y se sonrojaba y algunos ponen atención en ese gesto. Era adorable.

"Y a mi me encanta cuando te sonrojas"- Respondí antes de mirarla.

"Toda esta gente parece incomodarte, ¿Quieres almorzar en nuestro escondite?"- Escribe seguidamente.

Gire a verla y ella asintió, me lanzó una mirada más antes de tomar algo y salió. La seguí con mi vista muy discreta y gire a ver a Malcon.

_ Nos vemos en clases._ Me limite a decir, era mi amigo pero no me animaba a contar muchas cosas.

Tome un par de cosas de mi bandeja y me hice paso hasta la biblioteca que generalmente estaba sola, y en el almuerzo más. 

Camine hasta la parte donde solo guardaban libros viejos, y allí estaba ella en la mesa más alejada del lugar viendo como me acercaba formando una sonrisa. Me encantaba esta chica.

_¿Ves algo que te guste?_ Pregunte con duda.

_Solo lo que traes en la mano._ Dijo con sarcasmo, señalando la bolsa de papel que traía en mi mano.

Me limité a sonreírle y a sentarme delante de ella mientras sacaba las cosas de mi bolsa y la sentía su mirada en mi.

_El otro día te vi en el patio._ Dijo para poner su mano sobre la mía._ Molesta y discutiendo con Ken.

Alce la vista preocupada, solía meterme en problemas pero no era violenta, tenía muchas ganas de golpearlo pero me limite, ella no sabía que habíamos discutido porque lo quería alejar de ella.

_ Espero no te hayas metido en problemas._ Siguió._ Recuerdo me dijiste que jugabas fútbol y aún no te he visto._ Dijo dándole una mordida a una hamburguesa más grande que ella._ Tal vez me convenzas en animarte

Un sonrisa se dibujó en mi rostro al oír eso.

No podía evitar poner a volar en mi mente sin que me la imaginaba con una de esas faldas. Pensaba en ella y me perdía aunque fuera la chica más simple, sus jeans oscuros, sus vans y sus chaqueta le lucen tan perfectos que sabía que ella no era una chica que se merecía almuerzos en bibliotecas, pero no se quejaba de lo lejos y lo oculto que nos encontrábamos, incluso había descubierto que con el brillo del sol sus ojos lucían más claros, como si quisieran tomar un azul.

Mi mirada se desviaba a sus labios, y sabía por el temblar de ellos mientras los veía y la duda en su mirada que ella también miraba los míos.

_Shay y Malcon darán una fiesta._ Dije de pronto, rompiendo la tensión que se estaba creando._ Espero verte este sábado.

Ella se hizo para atrás tomando uno de los panes en la mesa y dándole un mordisco, pudieron haber sido sus labios los que estaría mordiendo.

_¿Pasaras por mi?_ Preguntó de pronto y solo la mire asombrada.

_¿Pasar por ti?_ Pregunte como si hubiera escuchado mal.

_Si, no se donde es. Y necesito que me digas cómo llegar.

La verdad no tenía intenciones de ser su amiga. Solo me gustaba.

_Ok, pasare por ti.


Crushes (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora