;carlomagno;

2.7K 126 50
                                    

Un precioso moreno de piel y ojos dorados atravesó las grandes y pesadas puertas de hierro, robándose los suspiros soñadores de cada persona dentro del establecimiento. Basta una simple sonrisa resplandeciente para tener a todos sonrojados y casi peleándose por atenderlo.

Pero es una rubia bajita quien logra acercarse a darle la bienvenida.

-Buenas noches, príncipe Malik. Bienvenido nuevamente a Carlomagno.

Ella le está sonriendo cortés y educadamente mientras hace la reverencia y él lo adora. -Buenas noches, Maisie. ¿Cómo estás?

-Muy bien, mi príncipe. Feliz porque nos honra con su presencia. -ella carraspea y luego continua. -La señora Annika ha preparado algo especial para usted hoy, si es tan amable de seguirme.

El poderoso hombre asiente, haciendo un vago gesto con su mano en dirección hacia delante, indicándole a la carismática rubia que lo guíe.

Ellos tienen que atravesar gran parte del establecimiento, el cual es lo suficientemente grande como para que alguien incluso pueda perderse allí. Al Príncipe aquel lugar es el que más orgullo le trae. Las naciones contiguas admiran el reino de su familia por ser feliz y próspero, y también por poseer en sus tierras un lugar tan maravilloso como lo era Carlomagno. Allí, las más eróticas fantasías de la ciudad se cumplían. Claro está que, siempre y cuando éstas sean relativamente sanas y no involucren el sometimiento forzado ni mucho menos la violencia no permitida.

Luego de lo que parecieron largos minutos caminando, llegaron a una zona apartada. Separada por pesadas puertas de hierro había una habitación perfectamente equipada. Disponía desde una gran y majestuosa cama hasta un gran sillón tallado en madera y hierro que fácilmente podría tomarse como un trono. La sala estaba apenas iluminadas por suaves velas que brillaban a lo largo y ancho del lugar, dándole el toque íntimo y personal que más encantaba al moreno.

Adentrándose con su andar firme y estirado, él se dirige directamente hacia el sillón. En cuestión de segundos Maisie lo rodea y le coloca su habitual corona de lirios y jazmines frescos. A continuación le colocó una copa de oro cargada en el más delicioso vino de la ciudad que, claro está, él aceptó con gusto.

-Enseguida vendrán sus acompañantes de ésta noche, príncipe. ¿Desea algo más?

Mientras ella hablaba, él estaba dando el primer sorbo de vino. Para cuando terminó, poco después, pensó en su pedido.

-¿Crees poder conseguirme más vino? ¡Oh! ¿Y algo de loción de jazmines?

La sonrisa inocente que coloca en su rostro hace reír brevemente a la chica, quién asiente. -Si me permite decirle, mi príncipe... -él asiente hacia ella, dándole permiso a continuar. -Cuando usted reencarne, pido a los dioses que lo haga en un bello y fuerte jazmín, de esos que usted tanto ama.

El príncipe ríe, pero está totalmente de acuerdo con ello. Maisie hace una última reverencia y se retira, cerrando la puerta silenciosamente detrás de sí.

Zayn Malik, el príncipe heredero por fin se permite relajarse y suspirar. Acomodándose mejor en el sillón, echa su cabeza hacia atrás y cierra sus ojos, dejándose llevar por la tranquilidad.

No pasa mucho hasta que su burbuja de paz se ve interrumpida por la puerta abriéndose lentamente y el sonido de pasos repiqueteando en el suelo de lustrada madera. Zayn tarda en abrir sus ojos, pero cuando lo hace el aliento se esfuma de su ser y su corazón late con tanta fuerza.

Sus ojos se opacan y sus pupilas se dilatan pues delante suyo se encuentra la criatura más hermosa que alguna vez hayan visto. Él tiene que carraspear varias veces, hasta que por fin encuentra su voz.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 23, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

⊱drabbles n os✿ziam [t!z]⊰ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora