Rosas

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Joshua 23 años

-Pasajeros del vuelo 127 con destino a Corea favor de abordar el avión-se escuchó en todo el aeropuerto.

-¿Listo campeón?-le pregunto a mi pequeño hijo de 3 años.

-Sí papá-dijo mi pequeño de rubio cabello-¿Papá la abuela estará allá con los tíos?.

-Sí Lele están emocionados de verte-dije tomando su pequeña mano.

-¿Voy a aprender a hablar como tú?-me dijo mientras le daba los boletos a la azafata.

-¿Como yo?...ohh en coreano-dije mientras me incaba para cargarlo y llegar más rápido al avión.

Mi pequeño asintió energéticamente.

-Solo si estudias mucho podrás hablar coreano y le puedes decir al tío Jun que te enseñe chino-le dije mientras le acomodada su cabello.

-Oye papá¿en corea hay playa?-me preguntó una vez dentro del avión.

-Sí pero no donde nosotros vamos,aparte en corea hace mucho frío.

Subí nuestras maletas en los compartimientos.

-Voy a extrañar la playa.Me gustaría gritar muy fuerte en el puerto de rocas-me dijo mientras hacía un puchero.

Me senté junto él y empecé a acariciar sus finos cabellos.

-Yo tambien extrañare Los Ángeles pero veras que Corea es hermoso-le dije mientras acariciaba su cabello-será mejor que duermas.

-Papá...

-¿Si?

-¿Qué le pasó a mis papás?-me preguntó.

Para tener tres años es muy inteligente.

-El destino se los llevó y me puso a mí en tu camino para que yo te llenara de amor-le dije mientras apretaba su nariz.

-El destino es malo...pero tambien bueno porque ahora tengo un papá que no me pega-me dijo sonriendo.

Yo sonreí con ternura a mi hijo mientras lo recostaba en mi regazo.

Al poco rato se quedó dormido entre mis brazos.

Cuando llegamos a Corea tomamos un taxi y fuimos a la que sería nuestra casa de ahora en adelante.

-Lele ¿quieres ir al parque?hoy es el festival de inicio de primavera y esta todo decorado¿vamos?-le dije entrando a su habitación.

-Ok,pero regresando tengo que decorar mi habitación-me dijo mientras dejaba de acomodar sus peluches en la cama.

Todo seguía igual.Árboles de cerezos por todo el parque,hojas color rosa cayendo como pequeña nieve,farolas de colores con deseos escritos, familias,parejas,todo igual excepto la compañía.

-¿Como se llama eso?-preguntó mi pequeño mientras comía su helado sabor fresa.

-Farolas-le contesté tomando de mi malteada.

Caminamos por el parque mientras Chenle me preguntaba por todo cada cinco minutos.

-¿Qué es eso?-me dijo por milésima vez ese día.

Parece que no paseo con mi hijo nunca.

-Están tocando música¿quieres ir a ver?-preguntó.

Mi pequeño asintió energéticamente.

Cuando llegamos al montón de gente vi que estaban tocando música tradicional coreana.

Al terminar los chicos se despidieron y las personas se disolvieron por el parque de nuevo.

El hilo rojo - JihanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora