Para que no se confundan y quede claro de una vez
"" Conversaciones
«»Pensamientos
* *Acciones(en el caso que use a un personaje en particular para narrar)
Es la segunda vez que intento escribir algo seriamente aquí entonces...¡espero que les guste n_n!
Narrador
La mayoría de las brujas se encontraban en su receso debido a que era la hora del almuerzo excepto una bruja de pelo blanco con mechones verdes que permitían averiguar fácilmente su linaje, Diana Cavendish, una bruja perteneciente a una de las familias más importantes dentro del mundo de la magia, y una, sino es que la mejor, de las mejores de la Academia Luna Nova. Diana se encontraba en su cuarto intentando estudiar, cosa que no estaba logrando.
Diana: "¡DIOS MÍO, NO PUEDE SER!"
Tras decir esas palabras la Cavendish cierra el libro con bastante brusquedad y se levanta de su silla para estirarse.
Diana: «No entiendo que me está pasando, simplemente no entiendo ¿Porque no puedo concentrarme? Esto no tiene ni un mínimo de sentido, ya han pasado 4 semanas y sigo teniendo el mismo problema, no me puedo concentrar ¿Como seré el mejor promedio este año si las cosas siguen así»
La pelí verde cansada se tira en su cama meditando un rato y se sumerge en sus pensamientos.
Diana: «Ahg se que este año tampoco me ira mal, desde el año pasado ya había adelantado mucha de la materia de este pero.... esta no soy yo y no quiero seguir así ¿Como se supone que yo sea la siguiente heredera de la familia sino soy capaz de ser la mejor? ¿Que supone que deba de hacer? ¡Dios mío! ¿Que haría mi madre en esta situación?Bernadette, madre de Diana y la ultima heredera escogida por la luna como la digna sucesora de la familia Cavendish. Bernadette posiblemente era la persona que mas respetaba y admiraba Diana en su vida, cosa que es irónica debido a que Bernadette posiblemente no fue la mejor heredera que había tenido el clan y si a eso le sumamos el hecho que le toco liderar en tiempos no favorables para la magia da como resultado uno de las peores épocas para una de las familias mas relevantes en el ámbito mágico que ha existido pero pese a todo eso Bernadette dio todo su esfuerzo para que su familia saliera adelante manteniendo sus ideales porque el amor que sentía por su familia era algo que ni su propia hermana que en varias ocasiones estaba en desacuerdo con ella no podía negar. El amor de Bernadette por su clan era inmenso, para Bernadette el legado de su familia era la cosa que mas importante que tenia pero para Bernadette el legado de su familia no solo eran un puñado de papeles y reliquias, para ella el legado mas grande que tenia era su propia hija, su amada y preciada hija Diana, la cual representaba su mundo junto a su clan. Para Bernadette lo mejor que podía heredarle a su hija era una familia en buen estado, sus valores y el amor por la historia de su sangre. Y para heredarle todo lo que ella consideraba como preciado a hija tendría que trabajar duro. Bernadette, sin importar si su acompañante era luz del sol o de las velas trabaja desmesurada mente sin ningún tipo de queja, como si su vida dependiera de eso . Y por mas lindo que suene el hecho que Bernadette lograra estabilizar al clan, ella tenia que pagar una deuda física y mental que había estado acumulando con el pasar del tiempo. Bernadette noto que su salud se estaba deteriorando y cuando ella logro descubrir que tenia ya era demasiado tarde aunque para ser realista, para ella no era ninguna sorpresa esto, era algo de lo que era consiente de que iba a pasar con su ritmo de vida... La hermosa mujer de pelo platino descubrió que tenia una enfermedad terminal que ni los hechizos mas poderoso y viejos de la familia podían curar el cual el estrés y la fatiga han estado ayudando a aumentar el progreso de ella . Muchos pensarían que eso detendría a la Cavendish pero por lo que podemos ver al parecer lo terco de la actitud de Bernadette era algo genético con lo que contaban todos los lideres de la familia, una terquedad la cual de alguna forma intenta sacarle lo mas positivo.
-Madre, deberías descansar si te sientes mal- le decía una pequeña Diana de apenas unos pocos años de edad.
-Si, tranquila Diana, ve a dormir tranquila -dijo Berna mientras se concentraba en unos documentos que estaba leyendo
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Mis latidos no mienten
RomanceLa concentración es algo que me ha faltado estas últimas semanas.