Mis Putas y Yo (Memorias Tristes)

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Mis Putas y Yo (Memorias Tristes) (Fragmento)

...La realidad se desvaneció de nuevo engullida por la atmósfera bucólico-surreal que ella y yo habíamos creado y le bajé los pantalones y las bragas de un tirón hasta los tobillos. El castaño vello púbico se mostraba a mis ojos como un denso bosque fantástico poblado por dragones, damiselas, castillos y castellanos, caballeros. Hundí mi cara en él. 

Los sentidos abotagados por esencias naturales y maravillosas secretadas por rincones inexplorados de la mente no se apercibieron de ese olor a hembra con unas gotas de cerveza, whisky, tequila, y dios sabe qué más hacía poco expulsadas por la uretra y recogidas como gotas de rocío en una mañana fresca de mayo por las hojas bondadosas y agradecidas que eran los pelos de su coño. 

Froté mi rostro contra ellos, entre ellos, pasé mi lengua, mi boca entera, mordí y chupé, metí ambas manos, por delante, por detrás, poseído por el frenesí, alentado por sus gemidos y gorgoteos irreprimibles, y ella se lanzó desde la taza hacia mí, abrazándome, y me tiró de espaldas golpeando mi cabeza la puerta que casi se rompe y casi me la abro y cae encima de mí, machacándome una rodilla con su pie de mármol nacarado, pero como soy yo y estoy allí no siento ningún dolor, y ella se tira a mi cuello y me lo muerde, y yo me zafo y muerdo el suyo y acaricio los labios superiores de su vulva y posteriormente introduzco dos dedos en su vagina y ella se corre en mi mano y yo me llevo ésta a la boca y me pongo a lamerla y ella también la lame, y nos lamemos los dos las caras, nos comemos las bocas, ella me babea entero, me incorporo como buenamente puedo, me bajo los pantalones y mi pene sale disparado. Me siento en la taza y la siento encima. Costó un poco. Ya. Comienza a balancearse y yo le digo que no, que suba y baje, pero no escucha, está como poseída, y cualquiera diría que está en la grupa de un toro salvaje de rodeo, aferrada a mi cuello y bamboleándose como si en ello le fuese la vida hasta que el trajinar se acelera por unos instantes y luego se detiene lentamente tras otro orgasmo que deja mi pene muy lubricado y pringoso, pues era una chica repleta de fluidos y yo aprovecho y la saco y la abrazo y nos besamos y no tenía saliva en la boca, sino -como dirían algunos en mi pueblo- pringue, y nos incorporamos sin dejar los besos ni los abrazos, tratando muy sutilmente de colocarla de espaldas a mí lo cual apenas me cuesta trabajo. Entonces la cojo por detrás y muy amorosamente la vuelvo a poseer y ella da un respingo y se dobla apoyando sus brazos en la taza cuando empiezo a mover el culo y a decirle lo mucho que la amo aun teniendo en cuenta las circunstancias que impiden obrar con serenidad y medir las palabras y sigo meneando el culo y abrazándome a ella con todo mi cuerpo. Y cuando dejo de abrazarla pero no de mover el culo me fijo en el ojo del suyo que me parece gracioso y me parece que también se mueve, así que cojo y meto el dedo medio de mi mano diestra se lo meto en la boca para que lo chupe un rato y cuando creo que ya es suficiente lo introduzco de golpe en su ano y ella chilla, y chilla, y yo moviendo el culo y meneando el dedo, y ella chillando, chillando...

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