Dear Jaemin

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11 de abril de 2015.

Mis lágrimas se deslizaban mientras aventaba pan a unos pequeños patos, llevaba en esa banca sobre un puente que cruza el río desde hace ya una hora llorando.

Sentí a alguien que se acababa de sentar al lado mío.

-Se me ha hecho tarde, lo siento.

No contesté ya que no esperaba a nadie, pensé que no era a mi.

-Ya, solo fueron diez minutos, he dicho que lo siento.

Volteé a ver al lindo chico a lado mío con cabello café fuerte y un leve puchero. Debido a que estamos en plena primavera las flores de cerezo caen entre nosotros.

-¿Por que lloras?

-¿Me hablas a mí?

-¿A quien más le hablaría?

-¿Por qué debería decirte?

- Soy bueno escuchando, tu desahogate.

-Pues mi Nanami a muerto.

-¿Nanami?

-Mi gatita, salió y fue atropellada por un auto - Solté un leve suspiro.

-Mmm ya veo, piensa en qué está en un lugar mejor.

-Si, no pude despedirme de ella-Comenzaba a volver a llorar.

Dejé de darle la espalda al chico al lado mío y sentarme correctamente en la banca.

-¿A dónde crees que vayamos cuando muramos?

-Es una pregunta algo difícil- Se quedó unos segundos pensando- Depende de como fuiste, de lo que hiciste, si fuiste una buena persona creo que irás al cielo pero si tienes cosas pendientes creo que no puedes irte, no lo se, solo es una teoría mía de lo que he escuchado.

-Soy Wonyoung ¿y tú?

Me miró confundido.

-¿Qué? ¿No eres So mi? Pero dijo que aquí- Sobó sus sienes y se puso de pie.

-No.

-Con razón no eras muy parecida a las fotos, lo siento me confundí de persona.

-No te preocupes, ¿Somi es de internet?

Me miró un poco apenado -Si, se supone que hoy nos conoceríamos.

Volvió a sentarse.

-Ya no importa, ya estuvo que no se va a aparecer.

-¿No puedes marcarle o mandarle un mensaje?

Soltó una leve risa -Me he quedado sin datos.

-Alégrate, no has sido secuestrado.

Se rió sonoramente -Tienes razón.

-¿Vienes a menudo a este parque?

-Es la segunda vez que vengo aquí, no tiene mucho que me mudé a unas cuantas calles, ¿tu? -Me pregunta con interés.

-Es mi lugar favorito para pasar el tiempo, toda mi vida he vivido en la misma casa, podría llegar aquí con los ojos vendados.

Después de hablar por más de una hora él se queda pensativo.

-¿Te das cuenta? Si Somi hubiera llegado o tú no hubieras estado sentada aquí, justo en esta banca no hubiéramos empezado a hablar.

-Es cierto- Pienso en lo que acababa de decir.

Su celular comienza a vibrar y descuelga la llamada.

- Si mamá, no tardo- Cuelga - Tengo que irme, espero verte por aquí, vendré más seguido.