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(JI)

Jong In, Kim Jong In para ser exactos. Aun curso la preparatoria. Segundo hijo de dos, ósea que eso me convierte en el menor. Solo por meses. Desafortunadamente.

Mi hermano mayor es Kim Jong Dae, el estúpido e irreversible "Shonde".

Aun teniendo una pequeña familia me hace sentir seguro, demasiado a decir verdad.

No tengo queja alguna de la familia que me ha tocado. No puedo decir más.

Y ahora mismo voy directo con mamá.

Manejar moto jamás fue mi especialidad pero el que mi madre tuviera un restaurante y, que en cierto punto, se hicieran entregas a domicilio me hizo aprender un poco más y familiarizarme con estas.

Ahora, después de dejar una entrega, solo quedaba dejar las verduras que me encargo mi madre y estaría libre para hacer mi tarea, o eso pensaba mi mamá.

El semáforo aun seguía en verde, por lo cual acelere para llegar más rápido. Con lo que no contaba era con un estúpido rubio, con sus auriculares puestos, cruzando en ese instante la calle. Específicamente donde estaba por pasar.

-¡Quítate rubio de mier...! -no pude completar la frase porque sentí derrapar la moto y a continuación una sensación extraña-

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el suelo de aquel lugar.

¡¿Qué demonios había pasado?! ¿Cómo es que no había atropellado a aquel estúpido rubio?

No pude más que sacudir mi cabello por la frustración de ver todas las verduras en el suelo, así que me levante y comencé a recoger todo.

-¡Oye tu! -brame al bastardo rubio al ver que en a un lado de su pie, reposaba una de la tantas verduras- dame eso

Al ver como el otro miraba al piso me sentí tranquilo, pensando que me haría caso pero no fue así.

Sonrió con maldad y levanto su pie para después pisar la verdura. Sin mediar más coloco de nuevo sus audífonos y salio de ahí.

-¡Tu bastardo! -tome una de la cebollas entre mis manos dispuesto a aventarla, pero me tranquilice- no te lo mereces

Aun con el enojo en mi, decidí salir de ahí al restaurante de mi madre. Gracias a las avenidas que concordaban entre si, pude llegar mucho más rápido.

-¡Llegué! -aviso entrando al local, veo a comensales y solo atino a saludar educadamente- buen día, provecho

-Oh mi pequeño hijo -oigo la melodiosa voz de mi madre llamarme. A lado de ella mi hermano mayor, Jong Dae-

-Mi piqiiñi hiji -arremeda mi hyung y se cruza de brazos- a mi ni siquiera me dices eso -yo solo reí al ver la acción de mi mayor, estaba sacándome la lengua-

-Oh mi hermoso y gran Jong Dae -lo que vino después hizo que estallara de risa-

Mi madre había tomado las mejillas de mi mayor y plantado un beso en sus labios-

-¡¡Mamá!! -se escucho el reclamo de este. Aun no podía parar de reír por su expresión y porque los comensales también reían-

-¿Tú quieres uno también? -diablos, era hora de irme o si no quedaría como mi hyung-

-Uy no, ¡adiós! -Salí lo mas rápido hacia mi habitación-

De verdad que amaba tanto estos momentos. Amaba a mi hermano y, sobre todo, a mi hermosa y maravillosa madre.

(SH)

Ser hijo de uno de los policías más reconocidos en Seúl no es la gran cosa.

Durante mi niñez pude estar con el todo el tiempo, e imaginaba que nada de eso acabaría. Esquivado estaba, demasiado a decir verdad.

Aun siendo un policía, mi padre fue ascendido a jefe de unidad especial, haciendo que el tiempo con el disminuyera poco a poco. Y de cierta manera no me afecto porque, aun teniendo una corta edad, siempre tome en cuenta que mi padre era un policía. Lo deje pasar.

Pero antes de cumplir los 11 años una tragedia hizo que todo el cariño por mi padre fuera desvaneciendo.

Mi madre había muerto a causa de un accidente automovilístico, que obviamente ella no había provocado. Aun a mi corta edad supe afrontar todo eso solo, sí solo.

Mi padre solamente se encargo de los tramites funerarios. Aunque tuve el apoyo de mi abuela materna jamás la tuve de mi padre. Quería que él me preguntara como estaba, lo anhelaba bastante.

Eso comenzó a hacer que naciera un enojo hacia él y creció años después cuando me dio la noticia de su nuevo compromiso.

El señor no había tenido tiempo para afrontar, conmigo, lo de mi madre pero si tenia tiempo para una nueva relación. Fantástico.

Recordar esto de verdad que me saca de mis casillas y hace que siga sin querer a esa mujer.

-¡Sehun! La comida ya esta lista -oigo los gritos de mi padre desde la sala-

Solo un poco más Sehun, solo un poco y serás libre. Me doy ánimos a mi mismo.

Ya listo para irme, aunque fuera fin de semana, salí de mi cuarto con la mochila en mi hombro. Baje las escaleras de la casa y divise a mi padre y su esposa, esperándome en el comedor.

-Buenos días -saludo con una pisco de obligación-

-Hijo toma tu lugar, Sunhee preparo un delicioso bibimbap para los dos -veo el entusiasmo de mi padre en sus ojos. ¿Cómo es que es feliz?-

-Sehun-ah, come. Tu padre me dijo que es tu platillo favorito, si no quieres mucho puedo servirte una porción pequeña -una sonrisa en la mujer hizo que hiciera una mueca-

Como era posible tanta amabilidad. Odiaba que hiciera eso, lo ¡odiaba!

-Gracias pero no quiero comer. Nos vemos en la noche -solo miro a mi padre, hago una reverencia y salgo de ahí directo a la salida-

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Gracias por esperar este capitulo. Disfruten mucho, así como yo lo hice al escribir.

Acabo de publicar un One Shot del KaiSoo, denle amor. 😳❤😅

Nos vemos en el siguiente capitulo. ^^

sɪ ᴅᴇᴄɪᴅᴏ ϙᴜᴇᴅᴀʀᴍᴇ. [ᴋᴀɪsᴏᴏ, sᴇᴄʜᴇɴ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora