Ejército.

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Me desperté por un estruendoso ruido. Mi madre entraba con mi tío por la puerta de mi habitación. Mi tío traía la corneta en la mano y la apretaba para que despertase, sabiendo que ya lo estaba.

-¡Ya, tío!- Grité algo molesta.

-Tiene que acostumbrarse a despertar así jovencita.- Dijo con una voz gruesa.

-¿Qué hora es?- Pregunté aún con sueño.

-Las cuatro y media, cariño.- Dijo esta vez mi madre.

-¿Por qué tan temprano, má?-

-Hoy entras al ejército, vamos, levántate que el desayuno esta servido.- Dijo mi tío levantando el colchón haciendo que cayera al suelo.

Me levanté desganada y me dí cuenta que ya no traía las esposas. Me cambié y fui a desayunar.

Mi casa era pequeña, de solo un piso. Haciendo que el recorrido de mi habitación a la cocina sea corto.

Desayunamos mis primos, mis tíos, mamá y yo. Unos ricos waffles con café los grandes, y un chocolate caliente mis primos y yo. Estamos en otoño, y hace mucho frio, las hojas marrones, cayendo, crujiendo al pisarlas.

Fui a mi habitación y en uno de los bolsos que te dan en el ejército, verdes musgo, largos con forma de tubo, puse la ropa que mamá compró, cinco remeras blancas, dos con cuello redondo y tres con corte en V. Tres pantalones militar, dos pares de botas, uno negras y otro verdes. Me cambie, con mi conjunto militar que consta del pantalón, unas botas, la remera, y una chaqueta de aviador. Me coloqué mi gargantilla con mi apellido, DUMONT. Pertenecía a mi padre, lo asesinaron.

Subí a la pequeña combi de mi tío y me coloqué los anteojos de aviador. Me siento como en una pelicula, una militar, una mujer como soldado..

Juan y Math me hacen bromas para que yo ría, pero aunque trate estar seria no puedo, ellos son graciosos. Reímos y cantamos en todo el viaje.

Son las seis y media, estoy en la fila para subir al autobús rumbo al ejército. Todos me miran feo, algunos se sorprenden, claro, una mujer entre más de diez hombres en un autobús.

Subí, me senté en el anteúltimo asiento del lado de la ventanilla. Un chico alto, con el cabello rapado un poco crecido paso al lado mío e hizo que un chico saliese de su asiento para sentarse alli. El chico que quitó se sentó a mi lado.

-Hola, soy Benjamin.- Dijo el ruloso presentandose.

-Me dicen Kira.-Dije.

-Bueno Kira, ¿Por qué el ejército?- Preguntó.

-Dicen que asesine al hijo del intendente.- Dije en un susurro intentando que nadie oyera.

-¡¿Qué mataste a quién?!- Dijo él.

-Shh cállate, nadie tiene porqué saber.- Le dije.

-Uff.. Por eso Mark no vendrá este año.- Dijo él.

-¿Mark?¿Era tu amigo?- Pregunté algo enojada.

-Nop. Él era algo así como el cabo segundo.- Contestó.

-Por lo que lo conocí no era muy bueno.-Dije

-¿Te ha hecho algo malo?- Me preguntó.

-¡Já! ¿Que si me ha hecho algo malo? ¡Me violó!-

-¿Y por eso lo asesinaste?-

-¡No! Al forcejear en el callejón mientras él me violaba hice que cayeramos y él cayó sobre algo filoso en su nuca.- Dije gritando en susurros.

Soldado 16.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora