Había cometido el peor error de mi vida. No podía parar de pensar en que había arruinado todas las oportunidades que tenía de volver a acercarme a Harry Styles Pdr Snchz. Comencé a llorar desconsoladamente, incluso me planteé llamar a Garzón para que viniera a consolarme, ya que habíamos tenido un par de deslices mientras planeábamos las acciones de campaña, pero sabía que ni siquiera el sexo apasionado con mi camarada de IU conseguiría reparar mi corazón destrozado, ni borrar de mi mente la mirada de desdén de Pdr mientras se acababa el debate, ni la sonrisa de Albert mientras su diabólica mente planeaba cómo arrebatarme a mi hombre.
Esa fría noche de diciembre no dormí. Llorando, me deshice la coleta, dejando mi cabello castaño caer sobre mis hombros, mientras miraba por la ventana como llovía torrencialmente. Parecía que los truenos resquebrajaban aún más el destrozo que el terremoto que era Pdr había hecho en mi corazón.
Finalmente, a eso de las 3 de la mañana, decidí hacer algo. Salí a la calle, empapándome enseguida, dispuesto a coger el metro para ir a buscarle, pero de repente vi como una figura se acercaba hacia mi en la noche. No podía creer lo que estaban viendo mis ojos.
-Pdr?- susurré, emocionado.
-Pablo- dijo
-Hola- dije
- Lo siento- dijo- no quería enfadarme contigo
- No, yo lo siento-dije
-Yo lo siento más-dijo
-No-dije- no tenía que haberte hablado así de brusco
-No pasa nada-dijo, con esa sonrisa encantadora de medio lado que me seducía tanto -quizás "no te pongas nervioso" puede ser nuestro "siempre"
En ese momento sonreí y el sonrió
-Es tarde, deberías irte a dormir, van a ser unos días muy duros a partir de ahora.
Colocó una de sus fornidas manos sobre mi hombro y comenzó a caminar en dirección a mi casa. Cuando llegamos, se quedó mirandome unos segundos, la lluvia había mojado su cabello y estaba más bello que nunca. Me subí a un escalón y le aparté el pelo mojado que se le pegaba a la cara, sonriendo. Me miró a los ojos de nuevo, acercandose lentamente. Cerré los ojos nervioso, pensando en que finalmente iba a ocurrir, pero me desepsione cuando me dio un abraso.
-Buenas noches, Pablo
Esa noche soñe con su sonrisa
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Peblo: una historia en la universidad
Non-FictionUna gran historia de amor. Dedicado a Anwüi la mejor politóloga de la existencia