Capítulo 1

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La castaña salió de la escuela corriendo, estaba muy contenta, ¿Porque tan contenta? Era el décimo aniversario de casados de sus padres. Sabía que ese día, 24 de mayo, sus progenitores organizaban algún plan con toda la familia. Lo cual le encantaba.

Pero no quería llegar ahí con las manos vacías, ¿Que les podría regalar?, tenía que ser algo especial. El año pasado les regaló a cada uno un, collar. Que a esas alturas ya no lo llevaban, pero está no se percató.
Camino tomándose su tiempo por el pueblo, mirando algunas tiendas del barrio. Pero no había nada que llamase su atención.

En un escaparate le parecía ver unos Jazmines, a su madre le encantaban. Miro el poco dinero que tenía en el bolsillo, no le llegaba ni para un ramo.
Decidió dirigirse al bosque, este era verde y frondoso. Lo cual pensó que podría encontrar lo que buscaba ahí.
Al ya llevar media hora caminando se empezó a cansar, no es que fuera una niña muy atlética, y además llevando la mochila encima la pequeña se cansaba.

Luego le parecía ver lo que buscaba, pero no fue lo que llamó su atención.
Sus ojos se situaron en la pequeña casa de madera, la cual estaba rodeada de algunos arbustos por lo cual era difícil entrar.
Pero eso no pareció ser un inconveniente para Hermione, ya que pasando con dificultad entre los arbustos llegó hasta la casita.
Al entrar estaba todo destrozado, los cristales estaba rotos, el suelo estaba lleno de polvo. Parecía que estaba en un minúsculo salón, donde solo había una pequeña mesa de madera que le faltaba una pata y dos sillas completamente rotas.

Pensó que podría ir ahí con su amiga Luna, era un lugar interesante, y al fin y al cabo Luna también era interesante. A parte, era su única amiga.
Decidió coger los Jazmines, se le hacía tarde, y ya vendría en otra ocasión con Luna a explorar la casa.

Tenía dos ramos, que cada uno constaban de 6 Jazmines.
Al llegar a casa su madre la vio con el pelo más enmarañado de lo normal, y con un rasguño en el brazo que se había hecho pasando por los arbustos.
- ¿Pero que te a pasado? Entra, anda. - Le ordenó su madre, no parecía enfadada, Jean Granger era una mujer tranquila y para nada exagerada. Al ver los Jazmines de su hija una sonrisa curvo sus labios.
- Mamá, mamá. He traído esto para ti y papá, ya que es vuestro aniversario ... Y quería regalarnos algo. - Dijo orgullosa la pequeña del lugar. Su madre los cogió, en el fondo también estaba orgullosa, pero no de si misma, de su hija. Le parecía bonito que se acordase de esos detalles, como las flores favoritas de su madre.
- Son muy bonitas Hermione. - Sonrió y agarro los dos ramos, que los metió en el mismo recipientole, formando uno solo.
- ¡Pero mamá!, eran dos ramos por separado. - Explicó la castaña.
- Cariño, no te preocupes, estarán bien juntos, como yo y tú padre. - La castaña pareció entenderlo y no protesto más, era el regalo de sus padres, ya decidirían ellos que hacer con el.

Para celebrar el aniversario de sus padres, fueron a montar en canoa. Hermione ya tenía 9 años, por lo que ya era suficiente mayor para hacer cosas más arriesgadas pero más divertidas. Pasó una gran tarde con sus padres, y acabaron todos empapados.
- ¡Oh no Hugo, te juro que si me tiras hoy duermes en el sofá! - El padre de Hermione tenía a su esposa agarrada por la cintura, el hombre riendo le apartó el pelo que tenía su mujer en el cuello, el cual estaba seco, como toda ella. Le dio un pequeño beso en la piel que despejo, para luego tirarla al agua.
Hermione se reía de la situación, sabía cuánto su madre odiaba mojarse, y más si era de golpe.
Agarro el brazo de su marido, haciendo que este se tumbara, junto con la canoa y Hermione.
Todos en el agua empezaron a reír, había sido un gran día para los Granger.

¡Maldita sea!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora