Querido Futuro Esposo

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Relatando marañas, siempre mirando por la ventana, pensando en su sonrisa y ojos. ¿Por qué carajo estoy tan lejos de tener una vida soñada?

Tal vez porque sólo soy una pequeña y estúpida niñata con sueños.

Pero... ¿cómo puede ser posible que los bellos de la piel se me erizen cuando pienso en él?

Presiento algo, aunque en realidad comienzo a sentir miedo, un muy grato miedo.

Querido Futuro Esposo |Kendall Schmidt|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora