Primer contacto

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Apenas entraba la luz de la mañana por las ventanas cuando abrí los ojos. Dirigí mi mirada hacia ella temiendo que no estuviera allí. No pude evitar sonreír al verla profundamente dormida.

La tenue luz iluminaba su cuerpo semidesnudo tapado parcialmente por la sábana. Su piel parecía porcelana y temía que se pudiera romper en cualquier momento. Rocé su brazo dulcemente, no quería despertarla pero no podía evitar acariciar su suave piel.

En ese momento una pregunta cruzó mi mente. ¿Cómo había acabado enamorada perdidamente de Inés Arrimadas? Y quizás la pregunta que más me aterraba y no podía sacarme de la cabeza; ¿Cómo era posible que Inés sintiera lo mismo por mi?

Recordaba la primera vez que la había visto en un evento hablando con la gente, sonriendo y saludando a todos. Yo no me acerqué porqué tampoco tenía nada que decirle pero algo en sus movimientos me llamó la atención. En ese momento no supe lo que era.

Tras ese primer encuentro no pude evitar interesarme cada vez más por ella. De vez en cuando, leía artículos y entrevistas que le hacían. No podía negar que nuestras ideologías eran prácticamente incompatibles pero entendí que lo que sentía era un interés por su forma de ser y su comportamiento.

Era muy decidida y tenía las ideas claras. Sabía que no era fácil ser una mujer con poder en la política española y estaba segura que debía cargar con mucho estrés pero nunca dejaba que los demás lo vieran. Sentía curiosidad por ella, era como un gran enigma que resolver para mi.

Los meses fueron pasando, me decidí a seguirla por redes sociales y ella también lo hizo de vuelta. No hablamos en ningún momento y tenía sentido para mi. ¿De que íbamos a hablar?

Los meses se convirtieron en años y cada vez más, Inés era simplemente alguien del plano político a quien admirar por su tenacidad y esfuerzo. Parecía que mi ligera obsesión había desaparecido, pero fue entonces cuando me invitaron a hacer una entrevista con ella. Al darme la noticia noté un pequeño vuelco en el pecho, como si por un segundo mi corazón se hubiera detenido.

Volvió mi obsesión por saber de ella, y busqué por sus redes sociales información reciente. Parecía que nada había cambiado desde que empecé a interesarme por ella.

Los días pasaban y el debate estaba cada vez más cerca. Me preocupaba saber como reaccionaría ante ella. Esperaba no estar demasiado rara, quería actuar de forma normal pero por alguna razón sentía un gran respeto hacía ella que me hacia temerla de alguna forma. Como si tuviera miedo de decepcionarla.

Cuando llegué al plató no la vi por ninguna parte. Cada vez estaba más nerviosa así que me dirigí al baño para intentar tranquilizarme. Nada más abrir la puerta unos ojos rojizos e hinchados se toparon con los míos.

-Perdón...- eso fue lo primero que le dije a Inés Arrimadas.

Ella sonrió como si nada y negó con la cabeza.

-Tranquila, ya me iba.

Pasó por mi lado y yo me quedé de pie sujetando la puerta sin saber que hacer sorprendida. ¿Por qué estaba llorando? Cuando salí del baño nos presentaron formalmente y no había ni rastro de llanto en su rostro.

Me dio dos besos y nos separamos hasta antes de empezar a grabar. La observé disimuladamente un par de veces pero todo parecía normal. La entrevista fue entretenida, todo fue según lo planeado. Inés estuvo como siempre, haciendo alguna broma, relajada y sonriente. Yo por el contrario no pude centrarme todo lo que me habría gustado.

Al acabar pude ver un destello de cansancio en sus ojos pero fue solo por un instante. En un momento dado nos quedamos algo apartadas del resto y tuve la intención de preguntarle si estaba bien pero fui demasiado cobarde y el momento pasó. Nos despedimos sin más y yo me maldije por no haber aprovechado la oportunidad.

Esa noche al volver a casa no pude evitar darle vueltas a la cabeza hasta que finalmente me decidí a escribirle.

“Me ha gustado conocerte hoy. Espero poder tener una conversación contigo de nuevo, ha sido muy interesante”

Negué con la cabeza, borré mis palabras y pensé que escribir ¿le preguntaba directamente? 

“¿Estás bien?”

No lo pensé demasiado y lo envié. Pasaron un par de horas hasta que me respondió:

“No"

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Bueno aquí acaba porque estoy muerta de sueño pero espero poder seguir pronto. Decidme cosas porfavoh. No es tan divertido como "España entre nosotras" pero espero que os entretenga 💜

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