Destino Cruel y caprichoso

4.9K 140 16
                                    


La vida te dice: Detente. Respira dos veces o, tal vez tres o cinco y deja que yo me encargue.

Esa era la primera línea de una historia que escribí pero nunca terminé.

Empezaba con ambiciones y con ser alguien, con querer ser alguien.

Y de repente pasó, golpeó fuerte y se fue. Dejó decepciones y vacíos por doquier.

Mató las ambiciones y las ganas de ser alguien.

Simplemente era... una persona más, alguien tan común y corriente, tan idéntica a los demás.

Sé cómo y donde empezó, se muchas cosas pero no sé cómo, ni donde terminará. Y solo eso es. Solo eso soy.

Alguien.

Y... Pasó una vez más, pero esta vez con más fuerza. Llegó y se fue como un huracán. Desde el comienzo destrozándolo todo.

Esta vez dejó algo, esta vez me enseñó que no existía un mañana ni un ayer. No había un pasado ni un futuro, solo un hoy, un presente.

Tenía que vivir el hoy, tenía que tomar las decisiones del hoy, y hacer lo que tenía que hacer hoy, las acciones de hoy, lidiar con las consecuencias del hoy porque mañana tal vez, quizás no llegaría.

Entonces después de hacer esto, por todos los días el resto de mis días, me convertí en alguien que debía ser, no en quién quería ser.

La historia habría ido por la mitad cuando dejé de escribirla, había pasó todo esas cosas que pasan en las historias. Naces, tienes una mama y un papa que se fue a compra alguna cosa en algún lugar del planeta y nunca volvió, porque tal vez fue secuestrado por aliens o murió salvando a alguien, pués quién sabe.

Luego los años pasaban tan rápido que no tienes ni idea de que carajos pasó a lo largo de ellos, no sabes con exactitud si los años pasaron por ti o tú por los años. Simplemente pasaron y ya.

Lloraste por tu primer diente caído,tu mama lloró contigo.Tú por drama y ella por emoción. Tuviste tu primera mascota, jugaste con ella, dormiste con ella, fuiste regañado por ella y luego lloraste por que murió.

Lo superaste.

Tuviste otra, y luego ocurrió lo mismo hasta que te diste por vencido.

Tuviste tu primer mejor amiga, todo era patéticamente feliz y luego cuando te diste cuenta creciste. Estabas en la preparatoria, la pubertad era tu mejor amiga, no te había golpeado para que aparecieran todas las curvas en los lugares correctos.

Tu mejor amiga tiene su primera cita, le rompen el corazón y ambas lloran juntas, luego te pasa a ti, que a diferencia de ella aprendes la lección y no te acercas demasiado a quienes puedan romperte el corazón nuevamente.

Y luego vas a la Universidad, nada es color de rosa, hay decisiones que tienes que tomar porque si existe un futuro y las decisiones que tomes entonces regirán tu vida de allí en adelante. 

Aprendes que ser adulto no es fácil. También que las promesas  son solo eso, promesas.

Tu mejor amiga y tú dejaron de llamarse porque cada quién ahora esta haciendo lo suyo por caminos separados, y aunque prometieron no alejarse, ya hay una brecha gigantesca del tamaño de un cráter, pero es mejor seguir creyendo que todo va bien.  

Ya sabes, es menos doloroso.

Entonces haces amigos y en medio de esto, vuelve a pasar, más descomunal y más destructivo.

Porque el destino es cruel y caprichoso.

Entonces te preguntarás, ¿Porque nunca terminó de escribirla?

No terminé la historia porque no sé cómo termina, porque la estoy viviendo ahora mismo.

Mi nombre es Kelsay Cassanova, no, no soy familia de ellos, si, de esos Casanova que se te vinieron a la mente. No soy libertina, ni historiadora, ni filósofa, ni he llevado a muchos hombres a mi cama.

Tengo 22 años y fui reclutada para el gobierno en la Universidad. Hace  un año fui transferida,  empecé a trabajar con Inteligencia en la ciudad de Chicago en un caso que me  comprometía en muchos aspecto diferentes. Trabaje en encubierto e hice algo muy bueno para el mundo muy malo para mí. 

Destruí los planes del marido de mi hermana, y ahora esta dándome caza y no parara hasta tener mi cabeza colgando.

Lo hice perder dinero, no poquito, sino mucho más que el de una persona promedio podría tener en toda su vida.

 Vamos déjame, quédate, y te contaré. Te daré las razones adecuadas para que creas que el destino es cruel y caprichoso.

Destino Cruel. #ChicagoPDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora